La llegada de Trump a la Casa Blanca ha iniciado un proceso de proteccionismo económico, que buscará reimpulsar la economía estadounidense y reindustrializar un país que ha visto como gran parte de su industria se ha desmantelado durante las últimas décadas. Para ello, Trump anunció hace unos escasos días unos nuevos aranceles, que afectaran especialmente a la Unión Europea y a los países que la conforman. Los aranceles a la Unión Europea suponen un arancel general del 20% a la importación de todos los productos procedentes de Europa.
Los aranceles aplicados a España afectan principalmente a varios sectores, calculando, según la Cámara de Comercio de España, entre un 10,1% y un 18,4%. En un balance medio entre ambas cifras supondría hasta un 14,3%, lo que supondría perder 2.598,5 millones de euros, el 0,21% del PIB del país. Sin embargo, España no es de los países más afectados por los nuevos aranceles, pues España exportó productos a Estados Unidos por valor de 18.179,1 millones de euros, el 4,73% del total de las exportaciones. Estas cifras colocan a EE. UU como el sexto país que más exportaciones recibía de España, por detrás de Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido.
Pese a que la economía española no sufra directamente los efectos de una manera tan drástica como sus vecinos europeos los aranceles impuestos a otros países como Francia, Alemania, Portugal o Italia podrían afectar a la economía española, pues suponen casi tres cuartas partes de las exportaciones españolas, y por ende venderían menos a Estados Unidos y probablemente demanden menos productos españoles, afectando a la economía española.
Los aranceles afectarán principalmente a numerosos sectores españoles. El más perjudicado de ellos será el de la maquinaria, que incluye maquinaria mecánica y eléctrica. El mercado norteamericano supone el segundo mayor mercado de maquinaria mecánica, especialmente los motores, únicamente superado por nuestro vecino, Francia. Las exportaciones de estos productos supusieron hasta 2.510,9 millones en 2024, el 9% de las ventas. En algunos sectores, como los turborreactores, turbohélices y turbinas de gas, ese porcentaje ascendió el año pasado al 17,5%, lo que se tradujo en 463 millones de euros para los productores españoles. Los aparatos eléctricos supusieron 1.503 millones de euros, el 7,1% de todas las ventas al exterior. Las estimaciones de la Cámara de Comercio afirman que las exportaciones de maquinaria, sumando los ámbitos mecánico y eléctrico, sufrirán una reducción del 22,1%, lo que equivale a unas pérdidas cercanas a los 900 millones de euros.
Los productos grasos también sufrirán un importante revés, especialmente el aceite de oliva, principal producto exportado dentro de esta categoría. Era un mercado en auge durante los últimos años, pasando de los 3.526,9 millones de euros en 2023 a los 5.141,7 millones en 2024 en todo el mundo. Las exportaciones a EE. UU también habían aumentado durante este periodo, pasando de 639 millones de euros a superar la barrera de los 1.000 millones. El arancel del 20% a este tipo de productos puede hacer que esta tendencia alcista se frene en seco.
Otros productos como el acero y el aluminio también sufrirán pérdidas, pues se reactivó un 25% de aranceles a los productos de acero y aluminio. La reactivación se debe a los aranceles aprobados en el último mandato de Trump, donde ya se aprobaron los porcentajes actuales. Durante la administración de Biden se acordó con la Unión Europea sustituirlos por un sistema de contingentes, lo que conllevaba a una cantidad exenta de los aranceles, y a partir de ahí se empezaba a cobrar un 25% en el caso del acero y un 10% en el caso del aluminio. Durante los últimos años había habido un repunte de las exportaciones de ambos productos, pero esto podría cambiar en cuestión de meses, volviendo a los números de antes de 2020.
Los combustibles serán otro sector que verá recortados sus beneficios. Llegando a suponer hasta 2.161,1 millones de euros en 2022, durante los últimos años se había reducido a la mitad, pero que sigue suponiendo un mercado importante para España, pues EE. UU es el quinto cliente en importancia para el refino español, por detrás de Marruecos, Francia, Portugal y Países Bajos. Finalmente, algunos mercados como el vino, las baldosas cerámicas, los químicos y farmacéuticos o las piezas de recambio de vehículos verán afectadas sus exportaciones en la guerra económica que se ha iniciado entre EE. UU y Europa en la que parece que el país norteamericano podrá reforzar su economía y obligar a los países europeos a buscar nuevos mercados y a enfrentarse a la posibilidad de una recesión económica.