La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha confirmado el cambio de rumbo económico. La política monetaria europea apuesta por la bajada de los tipos de interés para controlar la inflación y el tipo fijo se sitúa en el 4,25%. Es la primera vez desde el año 2016 que se reducen los tipos de interés.
Desde el mes de septiembre, los tipos de interés no habían sufrido variaciones. El 4,5% era el número que dirigía la normativa europea y finiquitaba la subida que trajo la Pandemia, donde los tipos de interés eran negativos. Aunque la medida no tendrá un efecto inmediato en las hipotecas, ya que las previsiones del euríbor habían calculado la reforma- se encuentran en el rango del 3,7-, se espera acabar con la inflación en los últimos coletazos del año 2025.
No solo el tipo de interés fijo ha sido el único en sufrir variaciones. La facilidad marginal de crédito- el porcentaje al que se ofrecen los créditos a un día- se sitúa en el 4,5% y la facilidad de depósito- su revalorización se produce cada seis semanas- supera la barrera del 4 y se marcha hasta los 3,75 puntos. Pese a la bajada de los tres tipos de interés marcados por el BCE, desde la institución se pide tranquilidad: «Pese a los progresos realizados en los últimos trimestres, las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas y es probable que la inflación continúe por encima del objetivo hasta bien avanzado el próximo año».
La medida tendrá efecto en el precio de las hipotecas y los tipos variables con las personas más vulnerables. Eso sí, pese a la bajada de los tipos de interés, serán los bancos quienes cierren las condiciones para los próximos meses. Como afirmaba Lagarde, los datos marcan la hoja de ruta que tomará el BCE.