lunes, diciembre 2, 2024

El banco BBVA intenta adquirir Banco Sabadell, ¿Qué riesgos entraña para el sistema financiero español?

El anuncio de OPA hostil por parte del BBVA a Banco Sabadell ha agitado el tablero económico y político en España. Desde las reacciones políticas por la pérdida de fuerza de la banca catalana hasta los perjuicios a los consumidores ¿Cuáles son los principales efectos de dicha operación?

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Tras el fracaso de la OPA amistosa por parte del BBVA al banco Sabadell por discrepancias en la valoración de la entidad, el banco BBVA ha decidido finalmente optar por la OPA hostil ofreciendo 1 acción del BBVA por cada 4,83 acciones del banco catalán. Esta oferta no sentó del todo bien a los accionistas del BBVA, que ha visto su cotización aproximadamente un 8% abajo, mientras que las acciones del Banco Sabadell han subido un 25% tras los anuncios de OPA. 

De completarse la OPA con éxito, BBVA pasaría a ser el mayor banco de España por activos gestionados en el país y la mayor parte del negocio bancario quedaría bajo el paraguas de Banco Santander, Caixabank y el nuevo BBVA. Ante este nuevo escenario de mayor concentración bancaria surgen dos opiniones diferentes dependiendo del organismo: aquellos que ven una merma en la competencia y quienes ven un fortalecimiento de los bancos españoles en el mercado europeo y mundial. A lo que debe sumarse el plano político, debido a que Banco Sabadell está fuertemente ligado a la burguesía catalana y los socios de gobierno del PSOE ya están moviendo ficha.

Los mayores argumentos contrarios a la fusión vienen por parte del gobierno y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El gobierno, por su parte, hace suyos los argumentos de la CNMC que cuestionan la concentración bancaria. Dichos riesgos vienen derivados de la menor presencia de competidores en el mercado, por lo que los bancos restantes tendrían una mayor capacidad de mantener sus márgenes de beneficio más elevados de lo habitual en un mercado competitivo al estar el mercado concentrado en 3 entidades. Las entidades de consumidores también avisan de estos riesgos, principalmente a una menor remuneración del ahorro debido a la escasa competencia. Esta menor remuneración ya es una realidad, ya que las cuentas remuneradas españolas ofrecen rentabilidades significativamente inferiores a las de nuestros países vecinos como Italia, Francia o Alemania.

No son pocas las voces que señalan la hipocresía de la posición del gobierno y que ésta obedece a complacer a sus socios catalanes. Puigdemont afirmó que «hace tiempo que hay una estrategia para liquidar la actividad bancaria catalana», mostrando el tremendo descontento existente en parte de la burguesía catalana ante la OPA hostil. 

Pero la posición del gobierno fue muy diferente en otras OPAs de similar envergadura en las que el banco principal era el catalán, como fue el caso de la adquisición de Bankia por parte de Caixabank. Dicha operación, que resultó en la formación del mayor banco español por activos nacionales gestionados, fue aprobada y bendecida por el gobierno en 2020, afirmando Pedro Sánchez que la operación sería «positiva para la economía española».

Las principales voces favorables al proceso de fusión son el Banco de España y la Unión Europea, que ven en la fusión un elemento fortalecedor del sistema bancario español. Tanto el BCE como la UE, ven en dicho movimiento, una reducción de costes muy importante para el banco español, que ayudaría a mejorar sus márgenes y hacerlo más resistente a futuras crisis financieras. Afirman que los costes en seguridad informática, costes fijos del negocio y la entrada de la banca online extranjera y fintech hace peligrar los márgenes de los grandes bancos tradicionales. La fusión supondría la reducción de recursos destinados a gestión y seguridad ya que todos los activos pasarían a estar gestionados por una única entidad. Y del mismo modo, permitiría la reducción de plantilla y cierre de sucursales. BBVA estima que tras la fusión podría prescindir de unos 4.500 empleados, lo que supone un tercio de la plantilla del Banco Sabadell y cerrar aproximadamente 800 oficinas, que equivaldría a dos tercios de las oficinas que actualmente tiene el Banco Sabadell. Con la fusión, BBVA calcula que el banco resultante tendría un ahorro de 850 millones de euros anuales gracias a la integración, lo que actualmente supone un 2,4% de la facturación de ambas entidades. 

Los sindicatos y Sumar piden que se tumbe la OPA por la destrucción de empleo que supondría. La banca es uno de los sectores más castigados por la crisis financiera del 2008 y posteriormente la digitalización, que permite a los usuarios no depender de la red de sucursales físicas. En 2008 el número de empleados en el sector rondaba los 270.000 mientras que en 2022 el sector ocupa a menos de la mitad, unas 130.000 personas. Esta fusión podría suponer de nuevo un importante tijeretazo al empleo en un sector que ya ha perdido gran parte de su masa laboral.

En definitiva, las principales voces favorables al proceso defienden una mayor competitividad y resistencia del mercado financiero gracias a la concentración bancaria. Sin embargo, las voces contrarias sacan a relucir la menor competencia, perjuicios en el servicio y la remuneración a los clientes y pérdida de empleo.

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