Con más de 2.000 arrestados en las protestas y acampadas estudiantiles en favor de Palestina ocurridas en diferentes universidades de los Estados Unidos, la campaña electoral ha puesto el foco en dichos acontecimientos. Si durante las últimas semanas se hablaba de la ayuda económica a Ucrania, la situación económica, el aborto o la guerra en Gaza, hoy el foco se centra en la reacción del presidente Joe Biden y su decisión de disolver las acampadas y protestas con un importante despliegue policial.
El impacto electoral de la guerra en las elecciones de los Estados Unidos dependerá, en gran medida, del peso político de ambas comunidades en el país. Si bien en Europa, con una población musulmana ya superior al 3% en la mayoría de países de la Europa Occidental y un gran peso de las comunidades árabes (especialmente marroquí y argelina) la causa palestina puede cobrar fuerza en futuras elecciones. Por contra, la comunidad judía se estima en el entorno del 0,2% de la población europea. De acuerdo a un informe de 2012 de la Universidad de Connecticut, Francia, Alemania y el Reino Unido suman una población judía de aproximadamente 900 mil personas; mientras, la población musulmana de dichos países se sitúa en el entorno de los 12 millones.
En los Estados Unidos, la realidad es muy distinta, ya que ambas comunidades son comparables en términos de población. Siendo la población judía aproximadamente superior a la musulmana en 3 millones de personas (7,6 millones de judíos frente a 4,5 millones de musulmanes). Ahora bien, también existen grandes diferencias demográficas respecto a Europa, ya que según el Departamento de Estado tan solo el 26% de la población musulmana de los Estados Unidos es de origen árabe, siendo ésta la población que más apoya la causa palestina.
Tras la entrada en las guerras de Iraq y Afganistán iniciadas por la administración republicana, el voto musulman está mayoritariamente concentrado en el partido demócrata. Y, si bien el apoyo de Joe Biden a Israel no es algo que siente bien en dicha comunidad, el apoyo de Donald Trump a las aspiraciones de Israel es todavía mayor. Por lo que no es esperable un cambio de tendencia en el voto de la comunidad musulmana debido a la guerra. Lo que el partido demócrata puede temer es una desmovilización del voto de la comunidad musulmana. Pero para tranquilidad de Joe Biden, los 8 estados con mayor porcentaje de población musulmana son estados sólidos para el Partido Demócrata, donde un cambio de voto hacia el Partido Republicano es altamente improbable.
En los Estados Unidos el sistema electoral no es proporcional sino mayoritario, por lo que aquel candidato que gana en un estado, obtiene todos los votos electorales que ofrece dicho estado. Es por ello que las elecciones se deciden en una serie de estados disputados donde cualquier candidato puede ganar por una pequeña diferencia de votos. Es en estos estados donde la movilización del voto musulman o judío puede hacer la diferencia. El votante judío según las encuestas es, al igual que el musulman, mayoritariamente demócrata, por lo que tampoco se espera un gran cambio en la tendencia del voto. Sin embargo, algunos de los estados con mayor porcentaje judío son estados disputados entre demócratas y republicanos; tales como Pensilvania, Ohio o Florida, 3 de los estados más importantes en las elecciones por número de votos. Una desmovilización del voto judío ante un cambio brusco de la política demócrata con respecto al estado de Israel podría desmovilizar ese voto o movilizarlo para los republicanos.
No parece que las movilizaciones por la guerra en Gaza vayan a tener un gran impacto en las elecciones estadounidenses, pues ambas comunidades mayoritariamente apoyan al Partido Demócrata. Pero Joe Biden sabe que cualquier giro inesperado en su tratamiento del conflicto podría causar una desmovilización del voto judío, clave para hacerse con algunos de los principales estados en disputa.