El autor de esta novela nace en 1958 en La Reunión, territorio de ultramar Francés al sur de Madagascar. Hijo de un guía de montaña y una doctora en medicina, ambos comunistas y que según el propio escritor, pierden pronto su interés por él. Pasa su primera infancia en Argelia a cargo de sus abuelos maternos y el resto cerca de París, en casa de la abuela paterna, también ferviente comunista y cuyo apellido de soltera (Houellebecq) adopta por reconocimiento hacia ella.
El protagonista, que narra en primera persona, es François, un catedrático de literatura de la universidad de La Sorbona, especialista en Joris-Karl Huysmans, a su vez polifacético escritor del siglo XIX, cuya vida bascula desde el espiritismo y la demonología hasta el catolicismo militante y que impregna su pensamiento a lo largo de toda la novela.
La acción se desarrolla en París, en un futuro próximo (2022), alrededor de las elecciones presidenciales, donde los partidos tradicionales se han hundido en la primera vuelta y la segunda se decide entre la derecha del Frente Nacional, con Marine Le Pen a la cabeza y un nuevo partido islamista liderado por el moderado Mohamed Ben Abbes que están empatados en las encuestas. El ambiente social está tenso y enrarecido en las ciudades francesas, con dos grupos antagónicos que protagonizan actos de violencia armada cada vez con mayor frecuencia: por un lado los islamistas radicales y por otro los denominados movimientos identitarios franceses.
A partir de estos acontecimientos, nuestro profesor, un tipo brillante, decadente y alcohólico, hastiado de la universidad y de su vida sexual promiscua y carente de afectos, empieza a interesarse por la política, a la que nunca presto atención y la novela empieza a transitar por distintas situaciones, alrededor de interesantes personajes y lugares, mientras inicia una huida de París, que le lleva hasta pasar un tiempo en un monasterio y plantearse su conversión al catolicismo.
Por fin, la segunda vuelta la gana Mohamed Ben Abbes, que forma gobierno con la izquierda y con los restos de la derecha moderada y comienzan los cambios sociales, como la vestimenta de las mujeres o la huida de los judíos. Tras el primer susto, nuestro protagonista regresa a París y se plantea el fin de su carrera o la vuelta a la docencia, bajo las nuevas condiciones que han convertido La Sorbona en una Universidad Islámica y que pasan por la conversión al Islam de todo el profesorado.
La novela, llegó a las librerías francesas el mismo día del trágico atentado contra la revista “Charlie Hedbo” (2019) y fue calificada de islamofóbica, aunque en realidad deja en bastante buen lugar a los musulmanes que transitan sus páginas y los diálogos alrededor del los valores islámicos son respetuosos y filosóficamente coherentes aunque claramente discutibles: “(…) la idea asombrosa y simple de que la cumbre de la felicidad humana reside en la sumisión más absoluta (…) la sumisión de la mujer al hombre como la sumisión del hombre a Dios”.
La crítica más feroz es pues hacia la decadente y laica sociedad francesa, carente de valores firmes y que atormenta la conciencia del protagonista, que como Huysmans ha buscado infructuosamente llenar su vacío con la tradición católica. Pero, como argumenta el libro “diez preguntas sobre el Islam”, que le ofrece el nuevo director de la universidad: “Una nueva esperanza para Europa, occidental que ya no está capacitada para salvarse a si misma (…) una nueva fase orgánica de civilización ya no se puede llevar a cabo desde el cristianismo; será una religión hermana, más reciente, más simple y más verdadera, será el Islam que ahora había tomado el relevo.”
Nos muestra la novela como responde una sociedad francesa de clase media adormecida y carente de motivaciones, reflejada en una universidad de la que de pronto desaparecen las mujeres y donde los hombres se dejan seducir por promesas de poder social y sexual (poligamia y grandes sueldos).
La novela es interesante, valiente y de feliz lectura, pero para mi gusto, aunque pueda justificarlo, carga mucho sobre las cavilaciones del personaje y su clase social, dejando a la imaginación del lector o quizás para otros títulos posteriores, las eventuales consecuencias para el resto de la sociedad francesa: para las mujeres no sumisas, los católicos, la vida en los barrios… La probable resistencia de los franceses a la islamización y la exigencia de los grupos radicales y los “países patrocinadores” para la implantación completa de la Sharía. Una elecciones verosímiles y unas primeras y significativas consecuencias en el mundo académico, que marcan el fin de la novela y que dejan la imaginación del lector inquieta y con ganas de más.