Desde las 9:00 horas del viernes hasta la misma hora de este sábado, más de 1.200 policías han saturado Barcelona y su área metropolitana en un gran operativo contra delincuentes multirreincidentes. Bajo el nombre de plan Kanpai, el dispositivo ha sido liderado por los Mossos d’Esquadra, con apoyo de la Policía Nacional, policías locales y la Policía Portuaria.
El despliegue se ha centrado en puntos conflictivos como el centro de Barcelona, Badalona, L’Hospitalet y el aeropuerto de El Prat. Allí se han realizado controles, inspecciones e identificaciones. El resultado: 105 detenidos por diversos delitos y 60 personas investigadas penalmente. Además, los agentes han abierto 330 denuncias administrativas, intervenido 13 patinetes eléctricos y recuperado una motocicleta robada.
En L’Hospitalet, se ha identificado a 515 personas con un total de 940 antecedentes. También se ha arrestado a 20 personas y se ha actuado en bares con quejas vecinales por ruidos y altercados.
El operativo arrancó con una reunión en la comisaría de Sant Andreu, donde se asignaron objetivos a unidades como ARRO y la Brigada Móvil. El plan Kanpai ha unificado acciones que antes se hacían por separado, como el plan Tremall, para ganar eficacia.
El metro ha sido otro punto clave, donde se ha buscado tanto identificar ladrones como impedir que se desplazaran a otras zonas.
Aunque los resultados son positivos, los Mossos advierten que los efectos no serán inmediatos. La violencia ligada a robos y al narcotráfico sigue siendo uno de los principales retos para la policía en Cataluña.
