Hace algunas semanas surgió una nueva polémica a raíz de las tendenciosas declaraciones por parte de miembros del PSOE sobre la calidad de las universidades privadas. Y la necesidad de regularlas
Además, también se crearon universidades en los virreinatos, de hecho la primera universidad en América fue la Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, fundada en Santo Domingo (hoy República Dominicana) 1538. Hasta 1636, en Estados Unidos no había instituciones parecidas. En ese año se creó el colegio colonial que daría lugar a la universidad de Harvard (que se reconoció como tal en 1.780) Para ese año en los virreinatos ya existían diez universidades de gran renombre y prestigio.
Pero los tiempos han cambiado y la actualidad en ninguno de los más famosos rankings de universidades (QS World University Ranking o el ARWU Academic Ranking of World Universities, o el Shanghai Ranking) esta bien situada ninguna universidad española. Algunas de las cosas que valoran es el número de artículos publicados en revistas científicas de prestigio, el rendimiento «per cápita», o el número de Premios Nobel que han estudiado allí o imparten clases. En la clasificación de Shangai de 2025 las cinco primeras fueron Harvard, Stanford y el MIT en Estados Unidos, seguido de Cambridge en el Reino Unido, y Berkeley (EE.UU). No es hasta el lugar 150 donde aparece una universidad española.
La evolución del sistema universitario español muestra una fuerte expansión entre 1980 y 2000, estabilizándose en torno a las 50 universidades públicas y con un aumento significativo de las privadas. Actualmente, las regiones con mayor número de universidades son la Comunidad de Madrid (21), Andalucía (13) y Cataluña (12). Alemania cuenta con 240 universidades públicas, el Reino Unido con 166 y en Italia hay 91.
Uno de los principales problemas de la universidad pública en España es su financiación. En 2018, el gasto en educación superior respecto al PIB fue del 1,26%, frente al 1,43% de la media de la OCDE. Aunque desde 2015 ha habido un aumento del 26% en los ingresos no financieros, la inversión per cápita sigue por debajo de la media internacional y la sostenibilidad financiera sigue siendo un reto. En 2022, las universidades públicas españolas recibieron 11.358 millones de euros, de los cuales el 65,7% provino de transferencias corrientes de las comunidades autónomas y solo un 16% de tasas e ingresos propios.
La situación del personal docente e investigador (PDI) también es preocupante: entre 2010 y 2020, su número se redujo un 18% y el porcentaje de funcionarios bajó del 55-60% de principios de los 2000 a poco más del 40% en 2020-2021. Además, se observa un claro envejecimiento del profesorado y mayor inestabilidad laboral. El número de estudiantes ha permanecido relativamente estable, a pesar de la disminución de la población joven, debido al aumento de estudiantes extranjeros y de adultos que regresan a la universidad. No obstante, se ha reducido la demanda de carreras con alta empleabilidad, como ingeniería y arquitectura (-16,8%) y ciencias (-19,4%). Sin embargo la rama de humanidades, con mayor tasa de paro, ha registrado un crecimiento del 6,2%.
Otro problema grave es la tasa de abandono: más de una cuarta parte de los estudiantes que inician un grado abandonan antes de terminarlo, lo que supone un coste estimado del 5,5% de los recursos universitarios. Además, el peso de los becarios ha caído un 5,1% en los últimos 20 años, con diferencias notables entre el crecimiento del estudiantado y el de las ayudas.
Este mismo ranking determina el orden dentro de las universidades españolas, la de Valencia estaría entre las 200-300 mejores del mundo, seguida de la Autónoma de Madrid y la Autónoma de Barcelona (300-400 mejores). Las regiones de España con mayor número de universidades son Comunidad de Madrid: 21 universidades, Andalucía: 13 universidades, Cataluña: 12 universidades
La calidad de la investigación y su materialización en producción de literatura científica tampoco mejora significativamente. Según la Comisión Europea, a pesar de que España se sitúa en la décimo segunda posición europea en volumen total de publicaciones, en términos de calidad está por debajo del puesto 21.
La universidad pública española además presenta graves problemas de endeudamiento. Según datos del ministerio de Ciencia, innovación y Universidades de 2022, las universidades mas endeudadas eran la Autónoma de Madrid, La UNED, y la Autónoma de Barcelona. Las que más habían empeorado su situación con fuerte crecimiento de su endeudamiento desde 2015 fueron las Universidades de Sevilla, Jaén y Castilla La Mancha.
Toda una serie de problemas que deberían hacer que la atención y el foco se centrase en que la universidad pública remontase en lugar de lanzar cortinas de humo