martes, mayo 6, 2025

Acercamiento de Marruecos a la Confederación de Estados del Sahel

La crisis entre Argelia y Mali solo beneficia a Marruecos, cuya política va encaminada a una aproximación con Mali, Níger y Burkina Faso. Un acercamiento que pone en entredicho el discurso anti neocolonial y panafricanista de la confederación saheliana.

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El 28 de abril se dio un encuentro entre el Sultán Mohamed VI de Marruecos y los ministros de exteriores de Mali, Níger y Burkina Faso. No es un asunto baladí que Marruecos estreche lazos con los países de la Confederación de Estados del Sahel (CES). Su relación es clave, especialmente de cara a su rivalidad con Argelia. Y España debe preocuparse por lo que hace su vecino en la región saheliana y magrebí. 

Durante la reunión, Marruecos ofreció impulsar la iniciativa de facilitar el acceso al Atlántico a la CES. Los ministros Karamoko Jean Marie Traoré, Abdoulaye Diop y Bakary Yaou Sangaré –de Burkina Faso, Mali y Níger respectivamente– agradecieron y valoraron positivamente la propuesta marroquí. Sin duda, una salida al mar puede reportar cuantiosos beneficios a las economías sahelianas.  

Esta no es la primera reunión en esta dirección. El 23 de diciembre del año pasado tuvo lugar otro encuentro similar en Marrakech, al que se sumó el ministro de exteriores chadiano. La iniciativa se pretende llevar a cabo a través del proyecto de construcción de un puerto marítimo en la ciudad de Dajla, antigua Villa Cisneros, en el Sáhara Occidental ocupado. Sin embargo esto es problemático por una sencilla razón: la guerra en curso en el Sáhara Occidental desde el año 2020. Marruecos construyó un muro que divide en dos el Sáhara Occidental ocupado y la zona liberada por el Frente Polisario. El principal apoyo del Frente Polisario es Argelia, rival geopolítico del sultanato alauí. 

El encuentro diplomático hay que encuadrarlo en el contexto de las tensiones crecientes entre Argelia y la CES, especialmente con Mali. El 1 de abril Argelia derribó un dron maliense cerca de Mali, en el marco de las operaciones gubernamentales contra la insurgencia separatista e islamista que azota al país. Argelia adujo que había violado su espacio aéreo. Entre acusaciones de cobijar a los insurgentes, se llamaron a consultas a sus respectivos embajadores. Tanto Argel como Bamako cerraron sus espacios aéreos. Ya en su momento el país magrebí mostró su descontento ante la presencia de tropas rusas cerca de su frontera. El 7 de abril, la CES retiró a sus embajadores. Por su parte Argelia desmintió las acusaciones de colaboración con los rebeldes separatistas e islamistas y retiró a sus embajadores de Bamako, Niamey y Uagadugú. También cortó el suministro de combustible hacia Mali.

Mientras tanto, Marruecos aprovecha la oportunidad de acercarse a los estados sahelianos, porque hay mucho en juego. No solo se trata de ofrecer una salida al Atlántico a los países del Sahel. También están sobre la mesa dos proyectos sobre construcción de gaseoductos. El primero partiría de Nigeria hacia Marruecos, bordeando la costa africana, para pasar después a Europa. El segundo partiría de Nigeria a Argelia, atravesando Níger, país que mantiene mejores relaciones con Argelia que con Mali. 

Ambos proyectos son excluyentes y forman parte de las disputas entre Marruecos y Argelia. Por su parte, Estados Unidos mantiene intereses en la propuesta marroquí. Aun así, no hay que menospreciar las dificultades de llevar a cabo los proyectos, debido a las distancias y a la inseguridad de los países que atravesarían. El aumento de la influencia marroquí podría favorecer el cumplimiento de sus intereses. Otro efecto beneficioso para el régimen alauí, en tanto que supone una pérdida de influencia de Argelia en la región, es la retirada de los países miembros de la CES del Comité de Estado Mayor Operacional Conjunto (CEMOC) que incluía además a Argelia y a Mauritania. Creado en 2010 proporcionaba cooperación en materia de seguridad. 

No podemos pasar por alto otro hecho importante. La CES y especialmente Mali han acusado a Argelia de defender los intereses franceses en la región, obviando que Argel mantiene su propia disputa diplomática con París. Sin embargo, es Marruecos el principal socio de Francia en la zona, por lo que es contradictorio mantener un discurso antineocolonialista contra Francia y acercarte a su principal socio y aliado. También es uno de los principales aliados de Estados Unidos y de Israel. Por no hablar de la cuestión del Sáhara Occidental, que vive bajo la ocupación militar marroquí ¿Dónde está el panafricanismo que predican? ¿Qué hay de la solidaridad con el pueblo saharaui? Pese a la retórica panafricanista y la crítica al neocolonialismo, en la práctica no tienen inconvenientes en acercarse a un país colonialista como Marruecos y aliado de otras potencias imperialistas.

La Unión Africana tendrá que tomar cartas en el asunto para resolver el conflicto diplomático entre Argelia y la CES, sobre todo con Mali. Una ruptura solo beneficia a Marruecos, pero dejaría en evidencia el discurso anti neocolonial y panafricanista de Mali, Burkina Faso y Níger. 

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