Zener Plus, filial del grupo Zener y subcontrata habitual de Orange, está en el centro de un conflicto laboral desde 2024. Despidos no comunicados, cierres de sedes, subcontratación de personal… son solo algunos de los detonantes de la actual y tensa situación.
Pero para comprender lo que está pasando, es necesario retroceder unos años. El detonante fue la fusión entre Orange y MásMóvil, completada en marzo de 2024. Zener es un grupo empresarial español que nació hace más de 35 años y opera en sectores como las telecomunicaciones, las energías renovables o la seguridad. Una de sus filiales es Zener Plus, dedicada a instalaciones eléctricas y telecomunicaciones. Fundada en el año 2000, tiene su sede en Tres Cantos (Madrid) y una facturación que supera los 50 millones de euros.
Zener trabaja con contratos marco y subcontratas. Su colaboración con Orange España comenzó en 2015 y se renovó en 2019 para desplegar y mantener redes fijas y móviles a nivel nacional. Sin embargo, la fusión de Orange y MásMóvil en 2024 no solo afectó a estas compañías, sino también a las empresas vinculadas a ellas, como Zener Plus.
A partir de entonces, se suceden tensiones internas: conflictos laborales, despidos sin previo aviso al comité de empresa, incumplimientos de acuerdos y prácticas opacas. Los trabajadores acusan a la empresa de despedir sin avisar al comité y de no respetar los derechos básicos recogidos en el Convenio del Metal, como las horas extra o la prioridad para empleados de plantilla.
En ese contexto, entra en escena el sindicato Frente Obrero (FOL), que gana las elecciones parciales de 2024 y sustituye a Comisiones Obreras (CC.OO.) como representación sindical. Desde entonces, la actividad de CC.OO. desaparece y es FOL quien asume la defensa de los derechos laborales, incluyendo los acuerdos previos firmados por el antiguo comité.
El FOL intenta mediar con la dirección de la empresa, pero no recibe respuesta a sus correos ni requerimientos. Ante la falta de avances, acude a Inspección de Trabajo y presenta denuncias, principalmente por despidos injustificados y horas extra. Tras los despidos de 2025 y haber presentado a la empresa las reivindicaciones pertinentes, acude el FOL al Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC). Los resultados tampoco fueron los esperados en las negociaciones con la empresa.
En febrero de 2025, se produjeron nuevos despidos —justificados por la empresa como parte de la reorganización tras la fusión— sin aviso al comité. Además, se cierran oficinas como la de León. Según el FOL, el objetivo de la empresa sería reducir la plantilla a menos de 50 trabajadores por centro para evitar la obligación legal de contar con representación sindical.
Tras las dos primeras reuniones con el SASEC se convocan paros parciales. En la tercera, celebrada en abril de 2025, se alcanza un acuerdo verbal para suspender la huelga, proteger los 63 empleos en riesgo y garantizar el cumplimiento del Convenio del Metal. Se pacta una cuarta reunión para formalizar el acuerdo, en la que se establecía que los únicos despidos válidos serían por causas ETOP (económicas, técnicas, organizativas o de producción). Sin embargo, cuando el FOL acude a la reunión para dejar los acuerdos verbales por escrito, la empresa introduce una cláusula que permitiría despidos arbitrarios sin justificación. Ante esta maniobra, no hay acuerdo y el conflicto se intensifica.
Finalmente, el 16 de mayo de 2025 tiene lugar la primera jornada de huelga total. Las siguientes están convocadas para los días 6 y 13 de junio.