14 de agosto de 2025

El Partido Nacional del Rif: pasado y presente del pueblo rifeño

Flag_of_the_Republic_of_the_Rif.svg
5/5 - 2 votos

El 19 de julio el Partido Nacional Rifeño (PNR) celebró un congreso internacional en la capital argelina, Argel. Su presidente, Redouane Oussama, y su vicepresidente, Yuba El Ghadiyoui, denunciaron la represión del gobierno marroquí desde la adquisición del Rif en 1956. Desde entonces, Marruecos ha intentado durante décadas borrar la cultura del pueblo rifeño por la fuerza e incluso controlar ideológicamente a la diáspora rifeña.

El Partido Nacional Rifeño es un gran desconocido en España. Casi nadie trata la cuestión rifeña ni su historia, a excepción de algunos analistas geopolíticos como Koldo Salazar. Sin embargo, el porvenir del Rif debería ocupar un lugar privilegiado en la política exterior española y en el debate público. 

El PNR fue fundado en 2021 por rifeños en el exilio. Los antecedentes más inmediatos hay que buscarlos en las protestas de 2016 y 2017, desencadenadas por la muerte de Mouhcine Fikri, un vendedor de pescado que murió durante la intervención de la policía marroquí que había confiscado su mercancía. Este trágico acontecimiento fue la gota que colmó el vaso, y en medio de un contexto de represión y marginación económica hizo que se desencadenaran las protestas. 

El descontento fue liderado por el Movimiento Popular del Rif o Hirak del Rif. Pese a que solo se reivindicaban mejores condiciones socioeconómicas y culturales sin defender abiertamente la independencia, la respuesta gubernamental fue dura. El líder del Hirak del Rif, Nasser Zefzafi, fue encarcelado y condenado a 20 años de prisión junto a otros muchos miembros del movimiento. Mientras, las protestas fueron disueltas por la fuerza. Ninguno de los presos políticos rifeños se ha beneficiado de los indultos de Mohamed VI.

La misión que se propone el PNR es dar una dimensión política a las reivindicaciones del pueblo rifeño y abogar por la creación de un estado independiente, laico, democrático y neutral. Para ello se plantea una vía pacífica para lograrlo. El PNR se asienta en su pasado histórico, especialmente en la experiencia de la República del Rif (1921-1925), y en el hecho de que el pueblo rifeño constituye una unidad cultural definida, étnicamente bereber, con una lengua, unas costumbres y un pasado histórico diferenciado. 

Históricamente el territorio del actual Marruecos se dividía en dos territorios diferenciados. El que controlaba el sultán alauí radicado en Fez, que se denominaba Bled el-Makhzen, «la tierra del gobierno»; y el que no controlaba, denominado Bled es-Siba, «la tierra del desorden». El Rif formaba parte del Bled es-Siba, disponía de autoridades tribales, se regía por costumbres y leyes propias, rechazaban la intervención del sultán y no le pagaba tributos. Solo se reconoció la autoridad religiosa, que no política, al sultán, como Comendador de los Creyentes.

Fue bajo el dominio colonial francés cuando se dio a Marruecos la unidad territorial sobre la que se había organizado y expandido, gracias a la intervención del general general Hubert Lyautey. Posteriormente la política francesa ha ido encaminada a reforzar a su antigua colonia frente a Argelia. Por su parte el Rif acabó bajo el dominio colonial español, consolidado en 1912. 

Como ya hemos mencionado, el PNR se sustenta en la experiencia de la República del Rif, creada por Abd El-Krim en 1921, que reclamaba la independencia de la región, y no de Marruecos, frente a España, llegando a  solicitar el  ingreso en la Sociedad de Naciones. La efímera república desapareció en 1925 debido a la acción conjunta de las fuerzas españolas y francesas. 

El Rif, siguiendo la política claudicadora del franquismo respecto a Marruecos, fue cedido a este en 1956 sin tener en cuenta la voluntad del pueblo rifeño. Dos años más tarde en 1958 una rebelión trató de sacudirse el dominio marroquí sin éxito, ahogándose el levantamiento en un baño de sangre.

El PNR ahora defiende un estado independiente, amigo y políticamente neutral. Lo interesante de su propuesta es la complementariedad de los intereses del Rif y de una España soberana. Desde la organización rifeña se habla de que se podría poner fin al chantaje marroquí, que emplea la inmigración como método de presión geopolítica. Además, reconocen a Ceuta y Melilla como ciudades históricamente españolas y hacen hincapié en los lazos históricos y culturales que ligan a ambos pueblos y en lo beneficiosa que sería la cooperación entre los dos países. 

El PNR se está erigiendo como un actor para la liberación nacional del Rif. Su presidente, Redouane Oussama, declaró en una entrevista concedida en El Independiente, que ellos tienen una propuesta pacífica para la independencia, si fracasan, le devolverán el testigo al pueblo para decidir sobre su futuro.