La ocupación ilegal de viviendas continúa siendo una preocupación creciente en España, y cada vez más propietarios recurren a soluciones tecnológicas y legales para blindar sus inmuebles. Entre los dispositivos más demandados se encuentran cámaras de videovigilancia con acceso remoto, sensores de movimiento con generadores de humo, cerraduras inteligentes resistentes a inhibidores de señal, sistemas de alarma integrados y bombillas LED programables que simulan presencia en el hogar.
El auge de la domótica también ha impulsado sistemas como el Ajax Hub2 4G, que permite gestionar alarmas y sensores contra incendios, inundaciones y movimiento desde el móvil, incluso en zonas sin cobertura de red fija. Estos equipos son especialmente populares para segundas residencias o viviendas ubicadas en áreas rurales.
Paralelamente, las pólizas de seguro antiokupas ganan terreno. Compañías como Línea Directa, Catalana Occidente o Fidelidade ofrecen coberturas que incluyen defensa jurídica, reclamación de daños, cambio de cerraduras, reparación de desperfectos y alojamiento temporal para los afectados.
Expertos recomiendan combinar la tecnología disuasoria con una protección legal sólida para minimizar riesgos y actuar con rapidez en caso de intento de ocupación. El mensaje es claro: la prevención sigue siendo la mejor defensa.