Si los inscritos de Podemos lo permiten, Irene Montero se presentará a las elecciones europeas de 2024, cerrándose así el ciclo que comenzó en las europeas de 2014. Eran entonces los inicios de un Podemos que cumple ahora 10 años y que tras un par de crisis quinquenales, cabalga ahora la que parece su última oportunidad antes de la total irrelevancia.
En aquellas elecciones era Pablo Iglesias el que se presentaba y la Dama junto al Rey era Tania Sánchez, antropóloga, militante de IU de larga trayectoria institucional en el Ayuntamiento de Rivas-Vacía Madrid y diputada en la Asamblea de Madrid por la misma formación. Tania fue la que le abrió todas las puertas a Pablo y le apadrinó en sus negociaciones con IU. Fue elegida al Congreso en 2015 y en abril de 2016 se integra en Podemos.
Desde entonces han pasado muchas cosas: El distanciamiento afectivo entre Pablo y Tania, que no fue muy cordial, y llevó aparejado el borrado de ella en lo mediático y en político. Tania Sánchez dejó de aparecer en los medios y su presencia en el Congreso se minimizó, e incluso se le asigno un escaño situado justo detrás de una columna –un gesto de humor negro. Humillada, no tarda en irse con Iñigo Errejón y otros tantos para acabar formando Más Madrid.
Irene Montero entra en Podemos en 2014. Psicóloga y también con una larga militancia comunista, fue nombrada responsable de movimientos sociales del partido y en poco tiempo directora de gabinete y pareja de Pablo Iglesias. Luego vinieron Galapagar, los niños, la hipoteca.
En las elecciones Generales de 2019 las urnas la hicieron diputada y en 2020 fue nombrada Ministra de Igualdad en el segundo gobierno de Sánchez mientras otra comunista, Yolanda Díaz abogada y con un similar curriculum de militancia, es nombrada Ministra de Trabajo y Economía Social. Cuando Pablo Iglesias renuncia para presentarse a la Asamblea de Madrid, pone a dedo y sin avisar a Yolanda Díaz como Vicepresidenta del Gobierno.
Fue un error de bulto: Yolanda aprovecha la oportunidad que se le ofrece, se distancia de Podemos y se acerca a Sánchez, sacando partido sobre todo de los errores del Ministerio de Irene Montero. Tras un proceso agónico de escucha, decide crear Sumar, una nueva plataforma electoral al margen de Podemos al que intenta fagocitar pero bajo sus condiciones absolutas. En las listas electorales de las generales 2023, Irene Montero es excluida de la lista de Sumar y no hay forma de cambiar eso por mucho que Podemos se enfurece.
A pesar de todo el ruido, el partido morado apoyará la plataforma. Supongo que pensando como muchos, que iba a gobernar la derecha y que mantener una imagen sacrificada en pro de la unidad de la izquierda sería favorable cuando estuvieran en la oposición. Y aunque podían haber bloqueado la investidura, ya acobardados no se hicieron valer y votaron sí a todo y sin condiciones. Acto seguido el flamante Presidente los dejó fuera del Gobierno: ni Irene ni nadie de Podemos formará parte de él.
En ese contexto desesperado Podemos hace dos grandes anuncios que quieren ser las alas del Fénix que renace de sus cenizas: se van al grupo mixto –es decir, se desvinculan de Sumar en el Congreso– y presentan a Irene Montero a las Elecciones Europeas.
El primero no sorprende, pues no les ha quedado otro remedio por la humillación y el silencio a que los han sometido. Además, la única forma de parar la sangría de militantes y cuadros que se van a Sumar, como las ratas de un barco que se hunde, es poner distancia con «los partidos del gobierno» y volver a venderse como alternativa de algo.
La segunda noticia tampoco extraña a nadie. Irene es la mujer del jefe y pese a quien pese Pablo ya ha demostrado su nepotismo y parece querer reproducir las formas de un cierto peronismo familiar. Además, por mucho que disimule Ione Belarra, Pablo sigue gobernando el partido desde su sede de Canal RED. Otra gran razón es que Irene es la gran perdedora de la guerra contra Sumar y la «extrema derecha», víctima propiciatoria convertida en mártir y símbolo del renacer de Podemos. Y por fin, es la única cara pública y con un cierto carisma que le va quedando al partido tras las purgas recurrentes y el éxodo a Sumar. ¿A quién van a presentar si no?
Podemos necesita que algo cambie para simplemente no desaparecer y estas elecciones europeas, junto con las del País Vasco y Galicia, son fundamentales para recuperar algo de prestigio y tomar venganza de Sumar. Es una apuesta arriesgada para una situación desesperada y como es circunscripción única algún escaño sacarán y el puesto para Irene está casi garantizado. Entonces ¿Que se puede esperar de Podemos en Europa?.
Nada nuevo, pues ya tenemos allí a 3 diputados de esta formación (de 705), adscritos al Grupo de la Izquierda del Parlamento Europeo, que siguen defendiendo las mismas políticas que aquí pero con menos visibilidad, salvo alguna soflama feminista o pro Palestina que salta a los medios.
Son europeístas y socialdemócratas, tibios ante las políticas de libre comercio y los acuerdos comerciales que ahogan nuestro sector primario a cambio de unos euros para alimentar nuestra dependencia. Tampoco parece que puedan defender o propiciar la reindustrialización de España, sino más bien al contrario: ahuyentando las iniciativas de inversión y desarrollo industrial como llevan haciendo hace ya unos años.
Las políticas migratorias que defienden aquí y allí son el modelo de fronteras abiertas, de las ONGs, de los muertos en el mar y de la nacionalización para todos que está llevando a Europa a la disolución. Lo acaban de demostrar con su reacción al nuevo pacto de migración y asilo europeo al que tildan de «asumir la agenda racista de la ultraderecha». Nada van a hacer, por lo tanto, por solucionar el problema de la inmigración masiva, ni el de los guetos, ni aquí ni en Europa. Su ceguera ideológica es parte de un problema que son incapaces de reconocer, a pesar de que ya se le ven las orejas al lobo.
El feminismo, su gran caballo de batalla, no suena igual en Europa que en España. Muchos de nuestros vecinos llevan ya muchos años con políticas de igualdad y ciertos aspavientos y exageraciones no son tan aplaudidos. Así y todo seguro que consiguen algunos fondos para “estudios confirmatorios” y campañas de “concienciación”.
En fin, cualquier diputado de Podemos en la Unión Europea es en general perjudicial para la salud: sea Irene o cualquier otro ya sabemos qué esperar de ellos. La importancia de todo este movimiento es en clave española ya que es el último intento de Podemos para permanecer en el tablero nacional. El tiempo pronto nos dirá si se trata de una resurrección o de la última patada de un moribundo.
Ánimo y poned a punto el Frente Obrero para las próximas europeas, se saque o no representación electoral. Como poco, será una ocasión propicia para avanzar hacia el congreso de los diputados, mediante la multiplicación y organización de militantes.
Soy de los que afirmo la necesidad de articular una fuerza política en España que defienda los intereses de la clase obrera, de la familia corriente y de los ciudadanos de humilde condición y que lo haga bien teniendo en cuenta los hechos y necesidades del bien común patrio, por encima de ideología, religión y creencias. Es un vacío que falta por llenar y que, tal vez, el Frente Obrero pudiera cubrir.
Habrá obstáculos, como también hay mucha desconfianza y desilusión, por parte de los que os llevamos poco más de una década en edad y que, hace años, lo hicimos bastante mal.
Hace años, coincidiendo con las «Mesas de Convergencia» capitaneadas por Einstenko, una pluralidad de militantes «de izquierdas» y restos de «antiguos naufragios» iniciamos los pasos para crear un referente político obrero en España, pues el PSOE representaba -y representa hoy- los intereses del enemigo, e IU -ya hunduda- no servía ya más que como cantera del PSOE, además de perder elección tras elección. Luego vinieron los creadores de Podemos, en 2014, a joder la marrana, pues estaban perfectanente informados de la operación, como que participaban en las reuniones. Vinieron a llevar al despeñadero las buenas voluntades que concitó el 15-M, básicamente, fomentando ambiciones personales y «comprando» voluntades a través de contrataciones legales puestos de salida en las listas. «De aquellos polvos estos lodos»…
Los resultados los estamos padeciendo. Su historia está escrita en las hemerotecas y queda constancia de ello en las redes, particularmente en Youtube.
Otro día más. 👋🏻👋🏻👋🏻