Como viene siendo habitual cada año desde 1901, el prĂłximo dĂa 10 de diciembre, la Academia Sueca de las Ciencias entregará los premios Nobel en las ramas de la fĂsica y la quĂmica junto al Instituto Karolinska de Estocolmo, que se encarga del premio de FisiologĂa y Medicina. Estos serán entregados oficialmente en la gala que se celebrará en Estocolmo mientras que el premio nobel de la Paz será entregado en el ayuntamiento de Oslo.
Este año la celebraciĂłn de los premios se verá salpicada por varias polĂ©micas. A pesar del prestigio de estos premios, su otorgamiento no es siempre fruto de una decisiĂłn imparcial. Muchos Nobel se entregan a conveniencia, generando situaciones controvertidas, como la entrega del premio Nobel de la Paz a Barack Obama, o las numerosas nominaciones de Greta Thunberg para esta categorĂa. Recientemente, el enclave climático en el que nos encontramos valiĂł el Nobel de FĂsica de 2021 a Syukuro Manabe, que dedicĂł buena parte de los años 60 al estudio del calentamiento global, algo que resulta muy conveniente premiar en la histeria climática que vivimos.
Una de estas controversias más recientes salpica al galardonado con el premio Nobel de fisiologĂa o medicina en 2019 Gregg Semenza. El laureado acumula cerca de cincuenta artĂculos bajo la sospecha de fraude, de los que ya se han retractado diez. El Ăşltimo artĂculo fue retirado este octubre por la revista Molecular Cancer Research por acusaciones de manipulaciĂłn en datos y figuras en lo que viene siendo ya una plaga de fraudes en el mundo de la ciencia.
Por otro lado, la fundaciĂłn Nobel este año ha intentado recuperar la tradiciĂłn de invitar a representantes de todos los paĂses como venĂa haciendo hasta el estallido de la guerra de Ucrania. A consecuencia de esta no se invitĂł a los embajadores ruso y bieloruso a la anterior gala de 2022. Tras la intenciĂłn de cambiar esta polĂtica una serie de protestas en Suecia ha hecho dar marcha atrás y volver a vetar a dichos embajadores este año. En la ceremonia de este año no figurarán representantes institucionales de Rusia, Bielorrusia e Irán.
Finalmente veamos un breve repaso de los futuros galardonados con los premios este año. Si bien es cierto que el conjunto de premios nobel incluye además los premios de Literatura (concedido por la Academia de Estocolmo) concedido al noruego Jon Fosse y de la Paz (concedido por cinco diputados noruegos) a la iranà Narges Mohammadi por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán, nos centraremos solo en los tres premios relacionados con las ciencias naturales.
El premio nobel de FisiologĂa y Medicina está, como no podĂa ser de otro modo, estrechamente relacionado con el COVID-19. Los cientĂficos Katalin KirikĂł y Drew Weissman han descubierto nuevas formas en las que interactĂşa el ARN mensajero con nuestro sistema inmune. De esta forma, la modificaciĂłn de los “ladrillos” del ARN (bases de nucleĂłtidos) han permitido el desarrollo de vacunas del COVID-19 mediante ARN mensajero.
El premio nobel en el campo de la FĂsica se concederá a los cientĂficos Pierre Agostini, Ferenc Krausz y Anne L’Huillier por el desarrollo de mĂ©todos experimentales capaces de generar pulsos de luz láser de attosegundos. Estos pulsos de luz tienen una duraciĂłn de la trillonĂ©sima parte de un segundo. Esta duraciĂłn es muy parecida a la de muchos de los procesos que sufren y desarrollan los electrones, por lo que son muy Ăştiles para estudiar el comportamiento de estos o para construir relojes atĂłmicos muy precisos, con innumerables aplicaciones cientĂfico-tĂ©cnicas.
Finalmente, el premio nobel de QuĂmica este año se dará a los cientĂficos Moungi G. Bawendi, Louis E. Brus y Alexei I. Ekimov por el descubrimiento y sĂntesis de los puntos cuánticos, unas partĂculas extremadamente pequeñas (unas pocas mil millonĂ©simas partes de un metro) formadas por semiconductores con propiedades muy interesantes y aplicaciones en numerosos campos desde la electrĂłnica a la biomedicina.
Como de costumbre los premios Nobel vuelven a dejar una sensaciĂłn agridulce. Si bien muchos de los laureados con este premio a lo largo de los años han aportado valiosĂsimos avances al conocimiento de la humanidad, no deja de ser una ceremonia fuertemente politizada y preconizada por las tendencias ideolĂłgicas dominantes. Una vez más se deja ver que la ciencia, como cualquier actividad humana, es un instrumento con sus luces y sus sombras.
FUENTES: nobelprize.org, retractionwatch.com, AFP