Trabajadores del Hospital Materno Infantil La Paz, en Madrid, han iniciado una serie de concentraciones todos los días de lunes a viernes a las 12h en la entrada de su centro de trabajo. La razón de las movilizaciones es la reincorporación a la Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría de dicho hospital de un antiguo jefe de la unidad, anteriormente cesado, lo cual ha provocado una oleada de bajas laborales y renuncias, quedando la UCI Pediátrica en cuadro y poniendo en serio peligro su funcionamiento. Este suceso ha hecho saltar las alarmas tanto entre el personal del centro como en el entorno de los usuarios y sindicatos.
El conflicto se remonta al año 2020, cuando el antiguo jefe de la UCIP, Pedro de la Oliva, fue cesado en sus funciones tras una investigación interna a raíz de una carta de denuncia firmada por 37 profesionales del centro, incluidos varios superiores de su mismo rango. Los facultativos señalaban en aquel entonces la continua actitud de acoso por parte del responsable, la cual, según los mismos, incluía utilizar formas físicas intimidantes, el uso de expresiones humillantes hacia los trabajadores y episodios de acoso por razón de sexo. Según Daniel Bernabéu, Presidente del sindicato de médicos AMYTS, dichas actitudes generaban un clima que no era el adecuado para una UCI Pediátrica en un hospital puntero.
Tres años más tarde, en octubre de 2023, saltó la polémica en el centro cuando una sentencia judicial determinó que Pedro de la Oliva debía ser reincorporado en sus funciones. Tras el anuncio, 7 médicos de los 15 que conforman la unidad cogieron la baja laboral, sumándose posteriormente otros dos y renunciando dos más a su puesto de trabajo. Una situación que dejó en cuadro a la UCIP y levantó polvoreda, forzando a que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid volviese a cesarle en el cargo, pese a tener un proceso abierto todavía con él. No obstante, una nueva orden judicial ha obligado a readmitirle nuevamente, desatando en el hospital la actual crisis.
A las protestas de los trabajadores del centro se han sumado también diversas entidades, como la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (ASION), Asociación Española de Ayuda a Niños con Enfermedades Hepáticas y Trasplantados Hepáticos (HEPA), Fundación Menudos Corazones de Apoyo a Pacientes con cardiopatías Congénitas y Asociación Española de Afectados de Fallo Intestinal y Trasplante (NUPA). Todas ellas firmaron un comunicado conjunto expresando su preocupación ante la situación de la UCIP, llamando a tomar medidas y recordando el deber de garantizar los derechos fundamentales de los menores. Asimismo, señalan cómo «Un centro hospitalario de la magnitud y prestigio del Hospital La Paz tiene la obligación de contar con un servicio tan esencial como es la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Esta unidad da soporte a niños de todo territorio nacional que, por lo grave y excepcional de sus patologías, sólo pueden ser atendidos en ella» y es que dicho centro recibe usuarios no sólo de la propia Comunidad de Madrid, sino también de otras comunidades autónomas al ser un centro de referencia estatal en el tratamiento de diferentes patologías pediátricas, lo cual añade mayor gravedad a la situación.
Tras la segunda readmisión forzosa el conflicto se ha recrudecido y por el momento no parece que haya una solución bajo la manga por parte de la Consejería de Sanidad. Las protestas continúan, con un apoyo social creciente en una Comunidad de Madrid cuyo gobierno del Partido Popular tiene un eterno conflicto con la sanidad pública y del cual este es el episodio más reciente.