Como informamos desde El Enclave hace escasos días, el día 13 de febrero se ha producido en la puerta de la nave de ID Logistics de Tarancón una concentración convocada por el Frente Obrero en apoyo a los trabajadores que ha durado toda la mañana. A las protestas han acudido cerca de 50 personas, contando con los obreros del turno de tardes y con el sindicato Frente de Obreros en Lucha.
Se ha subrayado la importancia que tiene plantar cara a los abusos de la empresa, que se enriquece con el traslado, hecho que perjudica a unos doscientos trabajadores que, irán a la calle o se desplazarán a Illescas, con lo que ello supone para sus bolsillos. También han recalcado que sin una organización obrera fuerte y combativa esta desindustrialización seguirá ocurriendo, no solo en Cuenca, sino en todo el país.
Aunque ha transcurrido con normalidad, la concentración estaba prevista que se alargara también a la tarde. No obstante, el sindicato mayoritario en la empresa, y encargado de realizar las negociaciones con los directivos, CCOO, se ha dedicado a boicotear la protesta. Mediante engaños a los trabajadores sobre la naturaleza legal del permiso de la concentración, que se le concedió de urgencia al Frente Obrero, CCOO se ha dedicado a inmovilizar a los empleados del turno de mañanas.
ID Logistics cerrará sus puertas en Tarancón, ampliando la lista de industrias que se marchan de la provincia de Cuenca, una de las más afectadas por la despoblación, efecto que produce la pérdida de trabajo en el sector secundario. La multinacional se instalará en Illescas, a 110 kilómetros de su actual enclave, aunque aún no se sabe el porcentaje de trabajadores, de los 200 afectados de la planta de Tarancón, que está dispuesto a desplazarse por poco más del SMI.En la primera reunión de negociaciones, la empresa se ha mantenido en pagar lo mínimo en indemnizaciones en los despidos a aquellos que no se muevan a la nueva localización, 20 días por año trabajado, ante la nula oposición del comité de empresa de CCOO, que no ha conseguido ninguna de las condiciones dignas que habían prometido para los trabajadores, cuyo sustento económico pende de un hilo. Por su parte, los afectados reclaman que, si cierran la fábrica y los trasladan a Illescas, la empresa les debería facilitar un transporte diario y gratuito para no tener que gastarse un alto precio mensual en combustible o en un alquiler en una de las zonas más caras de la provincia de Toledo.