En noviembre se celebrarĆ”n las elecciones en Estados Unidos y por primera vez en los Ćŗltimos 70 aƱos se podrĆa repetir Ā«contiendaĀ» entre los dos mismos candidatos, en este caso Joe Biden y Donald Trump.Ā
El 70% de los estadounidenses no estĆ”n contentos con que se repitiese la pugna entre estos dos candidatos.Ā Ā
De un tiempo a esta parte en la polĆtica de los Estados Unidos se estĆ” produciendo una cierta anomalĆa estructural en la que se da una gran polarizaciĆ³n y en la que ha ocurrido que el poder para instaurar un candidato u otro recae en 6 estados concretos, que no tienen una gran poblaciĆ³n. Y que a veces 50.000 votos puedan cambiarlo todo.Ā
AdemĆ”s entre los Republicanos sobrevuela la pregunta Ā«ĀæCabe la posibilidad de ser republicano pero antitrumpista?Ā». Realmente hay ciertas excepciones como David Vallado, uno de los dos republicanos que votĆ³ Ā«impechmentĀ» (palabra que no tiene traducciĆ³n en nuestro sistema polĆtico pero serĆa similar a impugnaciĆ³n) hacia Trump. Pero la base es totalmente Pro-Trump. Aunque el Ā«corazoncitoĀ» de los miembros del partido sea mĆ”s tipo Ronald Reagan y no se creen demasiado el populismo de Trump de luchar contra el globalismo, abandonar las alianzas geopolĆticas, iniciar una polĆtica de comercio proteccionista y buscar una unidad nacional. Pero estas dudas jamĆ”s se mostrarĆ”n en pĆŗblico.
Las encuestas dan el triunfo a Trump. Y de nuevo se da un fenĆ³meno curioso.Ā Al contrario que ocurre en otros paĆses democrĆ”ticos, no suele haber demasiado giro en el tipo de votantes. Cierto es que las diferencias ideolĆ³gicas entre demĆ³cratas y republicanos no son tan acusadas.Ā Los partidos cambian mĆ”s las clases de votantes de base.Ā Bill Clinton perdiĆ³ los votos de las personas de Ā«collegeĀ» (mayor grado de educaciĆ³n) ganĆ”ndose las mayorĆas entre los obreros. Ā Biden tambiĆ©n fue capaz de atraer en 2020 amplias mayorĆas entre trabajadores de raza blanca. Hoy es al revĆ©s Trump va a dominar a los votantes sin estudios superiores Ā«collegeĀ» y perdiendo peso los votantes de clases mĆ”s altas.
Y en esto tiene mucho que ver los efectos de la inflaciĆ³n en Estados Unidos que evidentemente estĆ”n haciendo sufrir mĆ”s a las clases trabajadoras.
Aunque la polĆtica econĆ³mica de Biden ha sido relativamente buena, con mejora en empleos, pero estos Ć©xitos no han sido comunicados con suficiente pericia. Y el votante medio no tiene ni idea de lo que ha ocurrido en la polĆtica econĆ³mica de su paĆs, solo ve que la inflaciĆ³n y que el porcentaje de sus ingresos que estĆ” dedicando a comida es el mĆ”s alto de los Ćŗltimos 30 aƱos.Ā Ā
El economista James Galbraith (Hijo del Premio Nobel John Kenneth Galbraith) lo explica de una manera muy clara.
Los economistas parecen estar muy felices, la tasa de desempleo es baja, la inflaciĆ³n se ha reducido, las ganancias reales y el P.I.B esta creciendo.Ā Sin embargo, los votantes no comparten este entusiasmo y no parecen valorarlo. IrĆ³nicamente este celebre economista dice si quizĆ” no seria necesario que los ciudadanos pasasen un examen de economĆa neoclĆ”sica antes de votar.
Bromas aparte nos indica que una cosa muy distinta son las teorĆas, (que ademĆ”s de nuevo en broma indica que pueden haberse quedado tan viejas como el propio Biden) y otras la realidad que vive el ciudadano de a pie
En tiempos anteriores, una baja tasa de desempleo suponĆa un desahogo en los hogares. Pero en la actualidad en que en Estados Unidos son poco los hogares en los que los ingresos solo vienen de una persona (como ocurrĆa en los aƱos 50-60) por lo que una persona pierda su empleo no significa que ese hogar deje de recibir ingresos.Ā En la actualidad la tasa de paro es del 3,9%.Ā
Y aunque la inflaciĆ³n ha caĆdo, en la actualidad esta en el 3,4%, claramente por debajo de la cifra que alcanzo en 2021 un 7,4% pero mucho mas alta de lo habitual como p.e en 2015 que estaba en el 0,73%, lo que se ha perdido es el poder adquisitivo.
Si se preguntase a los estadounidenses si su situaciĆ³n actual es mejor que hace cuatro aƱos, millones de hogares (no todos, pero si una gran mayorĆa) indicarĆa que claramente viven peor. Ā Los costes de artĆculos bĆ”sicos como la gasolina, la comida o el alquiler se han incrementado por encima de los salarios.
SegĆŗn el Center for American Progress (Centro de investigaciĆ³n bastante prĆ³ximo a Biden) los salarios reales (para aquellos que han estado continuamente trabajando) han crecido y estĆ”n al nivel como si no hubiera ocurrido la pandemia.
Y esto segĆŗn la teorĆa que aprendieron estos economistas en sus viejos libros de texto seria suficiente para que la poblaciĆ³n estuviera muy satisfecha. Pero la realidad es que en las generaciones actuales son pocos (y menos en Estados Unidos) que permanecen largos periodos de tiempo en la misma empresa.
NĆŗmeros industrias y fabricas han cerrado y prĆ”cticamente todos los nuevos empleos son de servicios, con bajos salarios y alta rotaciĆ³n. AdemĆ”s, la pandemia ha hecho que estos trabajos sean aĆŗn mĆ”s inestables.
La polĆtica estadounidense tiende a ser poco intervencionista, pero Joe Biden ante los altos niveles de inflaciĆ³n se vio obligado a actuar pidiendo ayuda a la Reserva Federal, que hizo lo Ćŗnico que sabe hacer, subir los tipos de interĆ©s.Ā Por lo que el interĆ©s p.e para una hipoteca que estaba alrededor del 3% en 2021 hoy este duplicado. Esto afecta especialmente a las familias jĆ³venes que buscan su primera casa. Y tambiĆ©n a los mas mayores que quieren vender sus casas, pero nadie se las compra por los precios de las hipotecas.Ā
El crecimiento del PIB deberĆa ser otro motivo de alegrĆa, pero realmente esto tambiĆ©n se ha quedado algo obsoleto.Ā Tradicionalmente era un indicador de prosperidad. Pero este crecimiento de entrada esta menos repartido, ya que las ganancias se han concentrado en el sector financiero y tecnolĆ³gico.Ā Y tambiĆ©n viene por parte de la inversiĆ³n del gobierno, pero en chips, energĆas renovables y equipamiento militar. Si, esto es un crecimiento del PIB e incrementos de las ganancias empresariales. El tema de las energĆas renovables solo ha incrementado las tarifas elĆ©ctricas. AdemĆ”s, el gasto pĆŗblico se ha centrado demasiado en el arreglo de las carreteras, que mejora la vida de las personas que viven en urbanizaciones de las afueras y en las propias empresas constructoras, mientras se ve una clara decaĆda en el estado de las ciudades y pueblos de Estados Unidos.
AdemƔs, para el americano de a pie, parece que las prioridades de Biden son conseguir dinero para Ucrania, Israel y TaiwƔn.
Resumiendo, que para los economistas de Biden y sus acĆ³litos en las secciones de prensa econĆ³mica son muy buenos datos estadĆsticos, pero los votantes no parecen opinar lo mismo.
A pesar de los buenos datos econĆ³micos y que la inflaciĆ³n presente mejorĆa, las percepciones no coinciden con la realidad. Y es porque los datos de subida de precios tienen un alto componente psicolĆ³gico, tambiĆ©n han sido convenientemente ampliados por las redes sociales y por la retĆ³rica polĆtica ( de Trump por supuesto) Las redes sociales han hecho un efecto altavoz y de alarmismo con respecto a los precios, y ademĆ”s el ciudadano se concentra en el recuerdo del valor mĆ”ximo, dejando una especie de trauma, un profesor universitario pone el ejemplo de que queda un fuerte recuerdo de p.e cuando una docena de huevos alcanzo el precio de 6 Euros pero luego cuando baja no parece tener tanta importancia. AsĆ que la inflaciĆ³n sigue siendo la principal preocupaciĆ³n del votante y supondrĆ” el caballo de batalla de estas elecciones, y un lastre del que Biden le serĆ” difĆcil librarse.