Ser fanático del cine de terror tiene unos cuantos inconvenientes, pero uno de los más significativos es la dificultad para encontrar buenos sustos en un género plagado de lugares comunes. Luego de semanas de ensayo y error, los derroteros del internet profundo me hicieron dar con “Cuando la maldad acecha” del director argentino Demián Rugna. El cineasta, conocido por Aterrados (2017), nos traslada de manera magistral a una Argentina profunda, en un tiempo donde, al parecer, las posesiones demoníacas son una ocurrencia común.
Utilizando elementos narrativos que recuerdan a grandes directores como Romero o Carpenter, la trama sigue a dos hermanos que descubren a un hombre infectado por fuerzas malignas que está a punto de dar a luz a un demonio. Desesperados, advierten a los vecinos del pueblo sobre el horror y los peligros que se están gestando. El filme se destaca por su crudeza. No da tregua. El horror avanza sin eximir a niños, embarazadas ni mascotas. Es el infierno en la Tierra, con inquietantes insinuaciones esotéricas.