El miércoles por la noche, agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía (UPR) sufrieron una emboscada en la Plaza del Zoco, en el barrio ceutí de El Príncipe. Sucedió mientras llevaban a cabo un dispositivo de prevención en uno de los puntos negros de la delincuencia en España. A consecuencia del ataque, varios agentes han sufrido cortes en el cuerpo, aunque de carácter leve gracias a la clase de vehículo especial en el que se encontraban.
Los hechos no impidieron que los policías continuaran con su labor en la zona y, esa misma noche, tres personas fueron detenidas en la barriada. Una de ellas entró en prisión. Las autoridades alertan de un aumento alarmante en la conflictividad de este barrio, ya de por sí sumamente peligroso. Los delincuentes tienen como objetivo que El Príncipe se convierta en una zona en la que la policía no pueda entrar.
Para garantizar lo mencionado anteriormente recurren a estrategias como las denominadas «llamadas maliciosas». El modus operandi es el siguiente: en un momento cualquiera salta un aviso en la comisaría de la comunidad autónoma. La llamada avisa de una emergencia en el barrio de El Príncipe, hecho que obliga a las patrullas a trasladarse y, cuando llegan al lugar, encuentran que no había ninguna emergencia y que son víctimas de una emboscada.
Ya sucede prácticamente a diario el lanzamiento de objetos contra los agentes de la autoridad. Los delincuentes buscan, en un barrio en el que han sido detenidos desde narcotraficantes hasta yihadistas, campar a sus anchas y cometer toda clase de delitos. El hecho de que hasta el enclave se dirijan los propios agentes de la UPR y no patrullas convencionales da más tiempo a los delincuentes para esconderse y evitar ser cazados
Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) solicitan al Ministerio de Interior que reconozcan la profesión de policía y guardia civil como de alto riesgo. Subrayan que un suceso de este tipo podría tener consecuencias mortales. «Hemos venido a decirle al ministro que los policías y los guardias civiles merecemos las mismas o mejores condiciones que las policías locales y autonómicas de España», ha comentado el secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Juan Fernández.