La guerra entre Rusia y Ucrania va de camino hacia los tres años, llegando a desgastar a ambos bandos, especialmente a Ucrania y a su presidente, Volodímir Zelenski. El presidente ucraniano se plantea la opción de organizar varias conferencias sobre diversos temas como la seguridad energética, alimentaria y el regreso de presos de guerra y menores.
La situación de superioridad de Rusia ha llevado a su presidente, Vladimir Putin, a ver con un mayor recelo esta nueva ronda de negociaciones. Se espera que la nueva ronda de paz se dé antes de finales de año, con representantes ucranianos y rusos, tras una primera ronda de paz, celebrada en Suiza hace escasas semanas.
Sin embargo, en el país ucraniano se ve con negatividad el inicio de las conversaciones. Según una encuesta realizada por el Centro Razumkov, el 44% de los ucranios cree que ha llegado el momento de negociar. Por el contrario, la situación política de sus principales aliados hace que Ucrania busque una salida pacífica al conflicto.
Con Donald Trump cerca de volver a la presidencia, y junto a J. D. Vance, ambos opuestos a mantener la ayuda a Ucrania, la financiación del bando ucraniano se ve cuestionada. Por ello, Zelenski ha fijado unos compromisos políticos antes de buscar la negociación. Hace unos días, fijó una hoja de ruta que pasa por una reunión, en julio o principios de agosto, en Qatar y destinado a tratar el temas sobre la energía, otra, en agosto, a celebrar en Turquía sobre el libre acceso al comercio de grano por las aguas del mar Negro, y una tercera que aborde, en Canadá y en septiembre, el regreso de prisioneros de guerra y menores deportados. En caso de obtener éxito ha pedido a su equipo que tenga listo en noviembre un plan con el resto de su fórmula de paz y que «incluya representantes rusos».
El intento ucraniano a priori sería rechazado por el Kremlin, pues los requisitos para sentarse a negociar pasarían por el reconocimiento como territorio ruso de las provincias de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, así como la desmilitarización de Ucrania y su renuncia a adherirse a la OTAN.