martes, octubre 1, 2024

Un año de legislatura de Sánchez escaso en leyes e iniciativas

El primer año de la XV legislatura ha estado marcada por las negociaciones para mantenerse en el poder y la escasa actividad del gobierno

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El pasado 17 de agosto se cumplió un año desde el comienzo oficial de la XV legislatura de España. Esta fecha marca el comienzo tras la celebración de las elecciones generales el 23 de Julio.

Debido a los resultados electorales, en los que ninguno de los dos partidos podía formar gobierno en solitario, comenzaron las negociaciones (por no decir concesiones) con los distintos partidos, especialmente los dos partidos nacionalistas catalanes (Junts y ERC) a fin de obtener la mayoría necesaria para ser investido.

Los días 21 y 22 de agosto se produjo una situación única hasta ese momento desde la instauración del régimen de 1978, ya por vez primera vez, dos candidatos a Presidente se presentaron ante el Rey con el fin de solicitar ser designados candidato a la investidura.

Todo esto sin que ni el candidato del PP ni el candidato del PSOE tuvieran en ese momento los suficientes apoyos. En todo caso, aún habiendo tenido los votos necesarios, coincidiendo las elecciones con las vacaciones parlamentarias (que son tan largas casi como las de los escolares) tampoco se habría avanzado mucho.

Tras varios meses de encuentros en Bruselas, consiguieron aprobar la ley de Amnistía (ante la estupefacción de la UE, de los ciudadanos y de los jueces). Pedro Sanchez es investido presidente el 16 de Noviembre de 2023 con  mayoría absoluta en el Congreso gracias a  los votos favorables de PSOE, Sumar, Junts per Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya, EH Bildu, Partido Nacionalista Vasco, Bloque Nacionalista Galego y Coalición Canaria.

Este nuevo gobierno fue constituido nada más y nada menos que por 4 vicepresidentas y 22 ministerios. Puesto que, hasta noviembre de 2023, el gobierno estaba en funciones, durante los 5 meses posteriores a la convocatoria electoral la política del país estuvo prácticamente paralizada.

Para completar este panorama de inacción, en 2024 se celebraron elecciones en Galicia en el mes de febrero, y en el País Vasco en abril.  Que por una ley no escrita, en España mientras hay elecciones autonómicas no se hace nada a nivel gubernamental. Los resultados en estas elecciones no son muy positivos para el PSOE y son demoledores para Sumar. Para completar, en mayo hay elecciones anticipadas en Cataluña, una situación con la que no se contaba. En estas el PSOE obtiene buenos resultados pero no suficientes para hacer Presidente a su candidato.  Posteriormente, el 9 de junio se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo, lo que también paraliza la actividad parlamentaria por la campaña electoral.

Además, en el mes de febrero salta a los medios el caso de Begoña Gomez, que desembocó en abril en la ya célebre carta de «hombre profundamente enamorado» a la ciudadanía y los siguientes días de reflexión del Presidente. Por otra parte el Senado tiene mayoría del PP, que no va a poner las cosas fáciles en su papel de oposición cuando sea necesario para aprobar leyes o iniciativas.

Como resumen de todo esto se ve que un año después del comienzo de la legislatura las únicas leyes aprobadas han sido, en el mes de junio, la ley por la que se regulan las enseñanzas artísticas superiores y se establece la organización y equivalencias de las enseñanzas artísticas profesionales, y la Ley orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña.  Y en el mes de agosto se aprobaron la  Ley de creación de la Autoridad Administrativa Independiente para la Investigación Técnica de Accidentes e Incidentes ferroviarios, marítimos y de aviación civil, la ley orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres y la Ley Orgánica del Poder Judicial y de reforma de la Ley por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal. Pocas y polémicas leyes, y no parece que muy centradas en los principales problemas del país y las preocupaciones de los ciudadanos.

A esto se han unido 7 decretos ley (los decreto de ley son una figura que la Constitución prevé en su artículo 86 que solo para casos «de extraordinaria y urgente necesidad» estos decretos son aprobados por el Gobierno en esta clase de situaciones de extraordinaria y urgente necesidad. Posteriormente, deben ser convalidados por el Congreso de los Diputados en un plazo de 30 días). En realidad esta vía no debería ser la habitual y ya se ha alertado desde algunas instituciones del peligro de esta querencia por gobernar por «decretazo», vía que se comenzó a raíz de la Pandemia y que se está alargando.

Es destacable que la falta de aprobación de nuevas leyes no ha sido solo debida a los vaivenes políticos, sino que el «gobierno más progresista de la historia» no parece estar tan alineado como pretenden vender, con iniciativas de ley que han sido «tumbadas» por los propios socios del PSOE.

Entre estas derrotas parlamentarias destacan el fracaso del intento de aprobación de la Ley del Suelo, que Félix Bolaños decidió retirar de la sesión sabiendo que no tenía posibilidades de ser aprobada, al no haber cohesión entre los socios, especialmente Sumar.  Otro fracaso sonado fue la no aprobación del proyecto de Ley de regulación del Proxenetismo. O el rechazo por parte de los independentistas de Junts la Ley de Extranjería y el techo de gasto para 2025.

También ha sido un año en blanco para los Presupuestos Generales del Estado. Los que están en vigor son de 2023, ya que la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, decidió no llevar a la Cámara Baja los Presupuestos sabiendo que el adelanto electoral en Cataluña hacía peligrar la aprobación.

Ya finalizando agosto y a punto de comenzar el curso parlamentario parece que es el momento de que nuestros políticos comiencen realmente a gobernar. Pero las expectativas no parecen muy halagüeñas ya que uno de los temas clave del Gobierno es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el 2025. Importantes no sólo por lo que implica en términos de gobernabilidad, ya que muchos acuerdos comprometidos con Sumar, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria dependen de unos nuevos presupuestos y no una mera ampliación de los de 2023. Europa también aprieta con estos presupuestos. Pero no parece que la aprobación especialmente por lo que respecta a Junts esté garantizada.

¿Será este trimestre final del año cuando finalmente empiecen a gobernar?

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