Pese a las rebajas del IVA y del IRPF, la recaudación se incrementó respecto a 2022 alcanzando los ingresos tributarios los 271.935 millones de euros, lo que se explica por el crecimiento de las bases imponibles. Al crecer las rentas de los particulares y de las sociedades, la base imponible crece, lo que afecta directamente a los impuestos directos. En cuanto a los impuestos que se basan en gasto (impuestos indirectos) el crecimiento fue menor debido a la bajada del impuesto especial de la energía.

También los tipos de IVA se vieron reducidos como consecuencia a la alta inflación. Si no se hubieran rebajado el IVA ni el IRPF, la recaudación habría crecido un 7.8% en lugar de un 6.4%, diferencia que se traduciría en 3.342 millones de euros.

Analizamos con más detalle estos resultados:

En 2023 los ingresos por IRPF sumaron 120.280 millones (crecimiento del 9,9%).

La partida principal de este impuesto son las rentas del trabajo, principal componente de las rentas de los hogares. Estas han crecido un 7,9% pero hay grandes diferencias en la evolución de la masa salarial, dependiendo de si es el sector público o privado.  La masa salarial del sector privado tiene un crecimiento perceptible respecto al año anterior, pero no tan acusado. Sin embargo las rentas de origen público crecieron más del doble debido al incremento tanto de la masa salarial como de la masa de pensiones y de las prestaciones por desempleo.

Así, durante el primer semestre del año, el empleo privado creció menos que en años anteriores, pero se contrarresto con una mayor subida de la retribución media. Sin embargo, en el segundo semestre la situación empeoró porque además de la desaceleración en el empleo también se produjo un menor incremento del salario medio. Esta desaceleración fue más intensa en las pymes que en las grandes empresas.

El crecimiento de la masa salarial en el sector público se explica por una paga adicional recibida en compensación a la subida de los precios y por un incremento del empleo público y, sobre todo, por el incremento de la retribución media, que se estima en un 3,7%.

La positiva evolución de la base de cotización del IRPF también se explica por el crecimiento de la masa de pensiones públicas (9,4%), que se determina según el número de pensionistas y la cuantía de las pensiones. También se consideran rentas de trabajo las prestaciones por desempleo, que aumentaron un 3,2% en 2023 debido tanto al mayor número de desempleados cubiertos, como al aumento de la prestación media.

Por ende, Hacienda se ha visto beneficiada, como es habitual, de la mejora de las condiciones de trabajo.

Es importante tener en cuenta que este crecimiento no responde totalmente a una mejora real del mercado de trabajo y del conjunto de la economía, sino al empuje hacia el trabajo del sector público, las pensiones y el paro.

El crecimiento en la recaudación del IRPF también se explica por el resto de las partidas incluidas en este impuesto como son las rentas de capital de los hogares (mobiliario, arrendamientos y ganancias patrimoniales) que crecieron un 17,7% en 2023. Debido a las rentas asociadas a los intereses de cuentas bancarias y las subidas de los tipos de interés así como los ingresos procedentes de arrendamientos, que crecieron un 8,8%. Esto es positivo para algunos y muy negativo para otros ciudadanos (ya que los tipos de interés afectan al pago de hipotecas y las subidas de arrendamientos se deben a los altos precios del alquiler inmobiliario).

En el Impuesto sobre Sociedades la recaudación creció un 9% hasta los 35.060.
Los beneficios de las sociedades aumentaron en 2023 por encima del 10% alcanzado el nuevo máximo histórico. El crecimiento fue muy elevado especialmente en los grupos empresariales, especialmente en los sectores energético y financiero.

Por otro lado, los ingresos por impuestos especiales aumentaron un 2,6%, sumando un total de 20.757 millones de euros.

Este crecimiento se explica sobre todo por el Impuesto sobre Envases de Plásticos No Reutilizables (nuevo en 2023), aportó 663 millones. Sin este impuesto la recaudación total por Impuestos Especiales en 2023 sería un poco más baja que en 2022 (-58 millones).

En el ejercicio 2023 los ingresos por el IVA crecieron un 1,6%, llegando hasta los 83.909 millones. Aunque el gasto final sujeto al impuesto creció un 7,1% (muy influido por la inflación) las rebajas de tipos y la modificación de las condiciones en la solicitud de aplazamientos hizo que este mayor gasto no se viese reflejado en mayores ingresos por este impuesto.

El IVA rebajó los tipos a la alimentación básica, se añadieron las rebajas adicionales aplicables al consumo de electricidad (en los contratos con potencia contratada inferior a 10 kW) y al consumo de gas natural, además de la reducción del tipo a los productos de higiene femenina y anticonceptivos. Estas rebajas restaron 2.452 millones a los ingresos. Descontando el efecto de estos impactos, los ingresos hubieran crecido un 4,6%.

Gracias a este “ecológico” impuesto se ha garantizado una recaudación para compensar la estabilidad o caída de ingresos por otros impuestos especiales como el Impuesto sobre Hidrocarburos (que solo crece un 0,6%). La recaudación por el impuesto de Labores del Tabaco crece un 0,5% (debido al significativo aumento de los precios, tanto de los cigarrillos como del resto de productos que compensa la caída del consumo). El Impuesto sobre la Electricidad reduce sus ingresos (-18%) por la caída en precios y consumo y por el efecto de prórroga durante todo el año del tipo del 0,5%, en vigor desde mediados de septiembre de 2021.

El Impuesto sobre el Alcohol y Bebidas Derivadas cayó un 5,1% en 2023 debido a la caída del consumo (influida entre otras razones por la subida de precios antes de impuestos que fue del 7%). Sin embargo, el Impuesto sobre la Cerveza se mantuvo en niveles casi iguales a los de 2022.

La recaudación generada por otras figuras distintas de las principales alcanzó los 11.929 millones (crece un 8,6%). El 65% de los ingresos extras provienen nuevo Impuesto Temporal de Solidaridad sobre las Grandes Fortunas. Si se hubiera descontado su importe, el incremento de los ingresos de este grupo de “otros impuestos” se reduciría hasta el 2,9%.

Este impuesto se diseñó para combatir las exenciones totales o parciales existentes en distintas comunidades autónomas para el Impuesto sobre el Patrimonio, como es el caso de la Comunidad de Madrid o Andalucía y en el momento de su lanzamiento fue bastante polémico. Se crea de forma urgente dada la necesidad política de que se aplicara en el mismo año 2022. Y es que la ley se publica un 28 de diciembre para establecer un gravamen en ese mismo año al que apenas le quedan tres días de existencia; imposibilitando con ello cualquier posibilidad de planificación, siendo considerada por los profesionales una encerrona y una manera de obrar alejado de los comportamientos mínimos exigibles en el marco de una adecuada colaboración entre la Administración y la sociedad.

Se prevé que sea un impuesto temporal, teniendo limitada su vigencia inicial a dos ejercicios (en principio 2022 y 2023), si bien se establece una cláusula de revisión para evaluar su mantenimiento o supresión más allá de ese periodo.
Los ingresos en el impuesto sobre la renta de los No residentes aumentaron un 8,9%, superando por primera vez los 3.000 millones de euros. El impuesto sobre la renta de no residentes (IRNR) es un tributo de carácter directo que grava la renta obtenida por las personas físicas y jurídicas no residentes en territorio español. Los ciudadanos españoles no residentes en España están obligados a tributar si obtienen rentas en España a través del IRNR.

Otro grupo de impuestos que contribuyeron de forma positiva al aumento de la recaudación fue el de los impuestos medioambientales (impuestos pagados por las empresas que grava el uso de energía nuclear) que crece un 8.4%
La Agencia Tributaria puede presumir de los buenos resultados obtenidos, que han sido incluso superiores a lo que se estimó en el presupuesto. Con una desviación positiva de los ingresos tributarios respecto al Presupuesto valorado en 9.154 millones (debido a los 8.085 millones más en ingresos brutos y la realización de 1.069 millones menos en devoluciones). Aunque es cierto que en ese momento de presentación de Presupuestos había cierta improvisación, pues aún no estaban aprobadas ni la prolongación de las medidas sobre la electricidad y el gas ni la rebaja de los tipos en alimentación y tampoco se incluía ningún ingreso por el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas.
Pero esta mejora en la recaudación no deja de tener su parte de sombra y hacernos plantear quien está realmente aportando más a la carga impositiva. Y también la “creatividad” a la hora de generar impuestos que garanticen el crecimiento de los ingresos.

Las personas físicas solo en impuestos directos han contribuido al 44% de la recaudación. Su mejora en las rentas del trabajo es menor a lo que se incrementa la recaudación por el IRPF. Mientras que el incremento de beneficios de las sociedades ha sido superior a lo que se ha incrementado la recaudación por el impuesto de sociedades, han sido también beneficiadas las grandes empresas. El ciudadano a su vez tiene una fuerte carga impositiva por los impuestos indirectos o al consumo, que además cuanto más suben los precios más recauda Hacienda.

Aunque el pueblo debería verse beneficiado por la reducción de los tipos básicos del IVA, los ingresos por este impuesto crecieron un 1,6%, ya que se compensa con la subida de precios. Las subidas de precios del alcohol y tabaco han hecho que se reduzca su consumo y por ello también la recaudación de impuestos especiales. Pero en conjunto esta partida crece por la “invención” del impuesto “Envases de Plásticos No Reutilizables”. Viéndose claramente de nuevo que el que pierde siempre es el mismo y quien gana también. Y que lo que llamamos ecología puede bien denominarse afán recaudatorio.

El tan “cacareado” impuesto a las grandes fortunas solo ha supuesto el 0,22% de la recaudación. Este impuesto puede ser justo y necesario, pero su implantación y aprobación fue algo precipitada y anómala (a solo 3 días de acabar el año) con un claro fin populista.