Cada aƱo llegan a EspaƱa mĆ”s marroquĆes en busca de un futuro que su Estado no les garantiza, mientras que los empresarios espaƱoles emprenden el camino contrario para aumentar sus beneficios.
Los inversores espaƱoles han incrementado su presencia en el paĆs norteafricano desde el aƱo 2000, cuando entrĆ³ en vigor el Acuerdo EuromediterrĆ”neo de AsociaciĆ³n UE-Marruecos. Este creĆ³ una zona de libre comercio que, a medida que pasan los aƱos, es mĆ”s rentable para el sector primario marroquĆ. Sus exportaciones de productos alimentarios ascendieron a 7.300 millones de euros en 2022, su mĆ”ximo histĆ³rico, un 20% mĆ”s que el aƱo anterior, todo esto lo afirma la ConfederaciĆ³n EspaƱola de Organizaciones Empresariales (CEOE).
El objetivo del reino alauĆ, segĆŗn la CEOE, es Ā«potenciar y diversificar el sector agrĆcolaĀ» para Ā«alcanzar el autoabastecimiento del paĆsĀ» e Ā«incrementar su presencia en los mercados europeosĀ». Para lograrlo, buscan atraer capitales extranjeros que ayuden a la tecnificaciĆ³n de su agricultura.
EspaƱa es el principal socio comercial de Marruecos, pero solo representa el 5% de sus inversiones extranjeras, siendo superado por Estados Unidos, Francia, Emiratos Ćrabes y Reino Unido. Destaca el papel de los norteamericanos, que pasaron de representar el 3% de las inversiones en 2021 al 33% en 2022. Ello ha coincidido en el tiempo con la intervenciĆ³n del ejĆ©rcito ruso en Ucrania y el cambio de postura del presidente espaƱol, Pedro SĆ”nchez, sobre la cuestiĆ³n de la soberanĆa del SĆ”hara Occidental.
En la actualidad, segĆŗn figura en el Directorio de Empresas EspaƱolas Establecidas en Marruecos, cerca del 10% de las compaƱĆas espaƱolas que operan en esta naciĆ³n magrebĆ se dedican al sector agrĆcola, ya sean productores de frutas y verduras, empresas de riego, de fertilizantes, de semillas o de maquinaria. Pero estos datos no reflejan toda la realidad. Hay que tener en cuenta a las compaƱĆas marroquĆes cuyo accionariado estĆ” completamente controlado por inversores forĆ”neos, en este caso espaƱoles. SegĆŗn un informe de la Oficina EconĆ³mica y Comercial de EspaƱa en Rabat, hasta 2021, los agricultores extranjeros que cultivaban en Marruecos tenĆan que hacerlo mediante el alquiler de tierras. Desde entonces, pueden adquirirlas en propiedad si se constituyen como sociedad anĆ³nima o sociedad comanditaria por acciones, las cuales necesitan de un capital inicial superior a 25.000 euros. AdemĆ”s, para adquirir el suelo tienen que presentar un proyecto agrĆcola, y que este sea aprobado, ante la comisiĆ³n regional de inversiones.
No cualquier agricultor puede marcharse a producir a Marruecos, pero los que lo hacen se encuentran con grandes ventajas competitivas respecto a los que se quedan en EspaƱa. Hablamos de precios mĆ”s baratos de las tierras, el menor coste de la mano de obra, la no exigencia de tantos controles fitosanitarios como en la UniĆ³n Europea y, sobre todo, los acuerdos de libre mercado, que permiten la venta sin aranceles de productos agrĆcolas en paĆses donde se pueden conseguir mayores beneficios.
Los agricultores que producen en EspaƱa se encuentran en una situaciĆ³n de gran vulnerabilidad. SegĆŗn sus propios datos, la UniĆ³n Europea subvenciona los tomates, fresas, frutos secos y aceitunas que llegan desde Marruecos: 600 millones de euros en 2023, y se venden por debajo de los precios que pueden ofrecer. Esto, entre otros motivos, ha provocado que 2,500 autĆ³nomos abandonen sus explotaciones agrarias en el perĆodo que va desde julio de 2022 hasta el mismo mes de 2023. Algunos lo hacen para dirigirse al reino alauĆ, y otros para proletarizarse.