La Comisión Europea, desde 2022, ha advertido del aumento en el tráfico de armas. Uno de los principales motivos de este aumento, según Margaritis Schinas, vicepresidente para la Promoción de Nuestro Modo de Vida Europeo, es la desestabilización de regiones como el Sahel o Ucrania, que están muy próximas al Espacio Schengen, donde, una vez introducidas, son muy complicadas de interceptar.
El aumento en la oferta de armas de guerra surge, a su vez, por un incremento en la demanda por parte de poderosos clanes de la droga asentados en España. Con este aumento de los beneficios, los traficantes de armas han invertido en nuevas maneras de introducir el armamento en el espacio Schengen.
Margaritis Schinas aseguraba, ya en 2022, que reestructurarían el marco legal de las fronteras dentro de la comunidad europea con tal de facilitar el trabajo de los cuerpos de seguridad. Estas nuevas medidas solo afectaron a la capacidad de transporte de armas de uso civil y recreativo, como munición de alarma o de señalización, resultando ineficaces ante la prevención del tráfico de armas proveniente de zonas como Libia, el Sahel o Ucrania.
En España, la mayor parte del arsenal va destinado a proteger las guarderías, donde se guarda la droga para abastecer los distintos puntos de venta. La necesidad de aumentar el calibre del armamento, de las clásicas escopetas de caza o pistolas a rifles cetme y kalashnikov, se debe a un incremento en los intentos de robo que están sufriendo los narcos, conocidos como «vuelcos».
Precisamente fue un vuelco el que propició el enfrentamiento entre los clanes de los Naranjeros y los Caracoleños en las 3000 viviendas de Sevilla, donde se usaron kalashnikovs modificados provenientes de Ucrania, según declaró un especialista en crimen organizado al Correo Andalucía.
Pero esto no es una novedad en Andalucía. En el mes de mayo, la Guardia Civil realizó una intervención en la localidad sevillana de Coria del Río, con tal de incautar un cargamento de hachís. Los narcos respondieron tiroteando a la Benemérita.
Ángel Becerra, secretario regional del Sindicato Unificado de la Policía, comenta que este es un hecho inusual y que, de momento, los criminales no tienden a enfrentarse a la policía. Pese a ello, en el caso de hacerlo, los agentes no cuentan con la protección suficiente para hacer frente a estos calibres de guerra. Esto sin contar con que la policía no está considerada profesión de riesgo, una de las grandes luchas que tiene el SUP, comenta Becerra.
España ya es el quinto país con más tasa de criminalidad de Europa, siendo una de las principales entradas de droga de Europa y una presa perfecta para el crimen organizado. Los expertos afirman que gran parte de los delitos que se previenen en España se debe al magnífico trabajo de inteligencia que realizan las Fuerzas Armadas del país. Sin embargo, es inevitable pensar que la situación puede empeorar rápidamente si los criminales le pierden el miedo a la policía y empiezan a atacarles de manera indiscriminada, como pudimos ver en Coria o en Barbate.