El martes por la tarde, sobre las 19:00 horas, agentes de la Policía Nacional encontraron el cuerpo sin vida de un bebé recién nacido en el cauce del río Arlazón, en Burgos, cerca del puente Gasset de la capital. Al parecer, el recién nacido tenía aún el cordón umbilical unido a la placenta.
Las actuaciones policiales se centran ahora en la búsqueda de la madre del neonato. Cabe la esperanza de que una cámara ubicada en un aparcamiento cercano hubiera grabado el momento del abandono del bebé.
El levantamiento del cadáver se produjo a las ocho de la tarde. Por el momento la investigación sigue abierta y no han transcendido ningún tipo de dato más.