30 de septiembre de 2025

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El índice de confianza del consumidor se desploma en Junio

El índice de confianza del consumidor se desploma en Junio
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El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), medido por el CIS y que refleja las expectativas del español ante su futura situación económica, se sitúa en el valor más bajo de los últimos 12 meses y cae 12,3 p. p. respecto al valor de junio de 2024.

El CIS acaba de publicar los resultados sobre el ICC del mes de junio. Este índice (que hasta 2011 lo realizaba el Instituto de Crédito Oficial) tiene como objetivo anticipar los comportamientos del consumidor. El índice se construye a partir de las respuestas a preguntas sobre la percepción de la evolución económica reciente (últimos 6 meses) y sobre la posible evolución futura a corto plazo (próximos 6 meses).

Este tipo de índices, además de servir para ver cómo percibe su propia situación el ciudadano, son un buen estimador para prever cómo será la demanda en el futuro y el impacto que tendrá en el conjunto de la economía.

El indicador está compuesto por dos índices parciales: el de la situación actual (que tiene en cuenta la situación económica particular, el empleo y la situación económica del país) y su evolución en los seis meses pasados; y el índice de expectativas, que tiene en cuenta los mismos aspectos, pero se refiere a las expectativas a seis meses.

A cada una de las preguntas se puede responder: mejora, empeora, igual o no sabe. Solo se tendrán en cuenta para el cálculo las respuestas “mejora” y “empeora”. Con esa base, se resta el porcentaje de los que indican “mejora” y el de los que indican “empeora”; se suma 100 y se calcula una media de los tres aspectos. Se hace igual para el índice de situación actual y el índice de expectativas. Finalmente, para obtener el ICC se calcula la media de ambos.

Este valor puede estar entre 0, que significa que todos los encuestados creen que tanto la situación anterior como la futura son peores, y 200, que indicaría que todos los encuestados creen que en el pasado mejoró y que en el futuro mejorará. El punto de equilibrio se sitúa en 100: los valores por debajo de 100 indican una percepción desfavorable sobre la situación económica y, por encima de 100, una percepción favorable y optimismo.

El ICC obtenido en junio es de 76,1, lo que indica claramente pesimismo y falta de expectativas positivas hacia el futuro. Este índice ha caído 6,4 p. p. respecto a mayo y 12,3 respecto a junio de 2024. Es muy relevante que la valoración de la situación pasada y de las expectativas están prácticamente igualadas, lo que indica que los últimos seis meses se perciben como peores que los anteriores y que los próximos seis meses tampoco se esperan con expectativas de mejora. En junio del año pasado (es conveniente comparar con el año anterior en lugar de con el mes precedente para evitar la estacionalidad), la valoración de la situación vivida era algo mejor que la de este año, pero existía un mayor optimismo hacia el futuro, siendo el índice de expectativas el que más cae (ya que pasa de un 94 a un 77).

Profundizamos en qué aspectos están influyendo más en la valoración negativa del último semestre, qué está provocando las expectativas negativas y cómo se están viviendo entre los distintos ciudadanos.

Un 47% de la población considera que le resulta difícil llegar a fin de mes (y que ha tenido que recurrir a ahorros o crédito) o llega justo. Este porcentaje se eleva hasta un 73% en los hogares cuyos ingresos son inferiores a 1.800 euros.

Uno de cada tres encuestados indica que la situación económica actual de su hogar es peor de lo que era hace seis meses; los más afectados son el grupo de edad de entre 45 y 54 años, en el que un 39% considera que ha empeorado. Solo un 20% considera que su hogar ha mejorado económicamente en los últimos seis meses. La mejora de la situación se explica principalmente por una mejora laboral o salarial. Entre los que han visto su situación debilitada, la causa principal (56% de menciones) es la inflación.

Pese al positivismo que quiere transmitir el Gobierno y la “situación de cohete de España”, incluso los que han mejorado no creen en el discurso, ya que solo un 2% cree que su mejora se debe a una mejora generalizada de la economía.

Otro mito que se cae ante los españoles es la situación de mejora del empleo, ya que un 42% cree que la probabilidad de encontrar trabajo es ahora peor que hace seis meses. Esta percepción negativa es más acusada entre los jóvenes, ya que un 52% de los de entre 18 y 24 años creen que es más difícil encontrar hoy un empleo de lo que era en enero.

La mala valoración de la situación económica se hace más grave cuando se pide evaluarla a nivel país, con un 58% de personas que creen que la situación de España hoy es peor que hace seis meses. Esto indica que, aunque un colectivo mantenga el estatus igual o mejor en su hogar, sí percibe que la situación nacional no es buena.

En este caso, el CIS no indaga en la razón de esa evaluación negativa. Esta percepción de la evolución económica del país en el último semestre es de nuevo más negativa entre los jóvenes, ya que 7 de cada 10 valoran la economía de su país cada vez peor.

El discurso de la mejora del país no cala ni entre la mayoría de los votantes del Gobierno de coalición, ya que el porcentaje de votantes del PSOE que cree que la economía ha empeorado supera al que cree que ha mejorado. Lo mismo sucede con los votantes de Junts y PNV. Los votantes de SUMAR sí han comprado el discurso, ya que un 40% cree que ha mejorado el estado de la economía española.

El futuro se presenta incluso más negativo, ya que las expectativas de encontrar empleo en España se consideran peores para un 56% de los entrevistados. En este caso, el porcentaje que considera que será peor supera al que cree que la situación mejorará en todos los encuestados, independientemente del partido al que votaron en las últimas elecciones. Los jóvenes, que ya eran negativos con la evolución de la posibilidad de encontrar trabajo, empeoran aún más su percepción y se muestran muy pesimistas ante el futuro, con 6 de cada 10 considerando que encontrar un empleo en los próximos seis meses (a nivel general, no solo para ellos) será aún más difícil.

Al margen del empleo, las expectativas de mejora de la economía del hogar son bastante escasas: solo un 27% cree que mejorará, mientras que un 30% considera que será peor. Esa negatividad se basa en que se estima que la inflación seguirá subiendo y que no habrá aumentos salariales.

Es curioso que los votantes del PSOE, a toro pasado, no se creían la mejora, pero sí son optimistas con el futuro de su situación personal y familiar. Es decir, en la práctica ven que no ha mejorado en los últimos meses, pero uno de cada tres sí cree que en los próximos meses la situación en su casa va a mejorar.

Para todos, la percepción del futuro español en el medio plazo se ve más oscura que la que experimentará el propio hogar, con un 57% de encuestados que considera que la situación de España de aquí a diciembre empeorará.

Los votantes del PSOE, en cierta medida, creían que en su hogar las cosas iban a mejorar, pero no son tan optimistas con la mejora del país, superando los que creen que España va a ir a peor a los que creen que va a mejorar. Entre los votantes de SUMAR, el porcentaje de pesimistas está bastante por encima del de optimistas respecto al futuro económico de España.

El pesimismo hacia el futuro económico de España es claramente más alto que la media entre los jóvenes de 18 a 24 años y entre las personas de entre 35 y 54 años.

Bajando a detalles más específicos que afectan a la economía, tampoco hay buenos augurios: el 68% cree que en el próximo año los precios crecerán aún más que el año pasado, un 39% cree que el tipo de interés aumentará y el 81% cree que la vivienda continuará encareciéndose.

Estas predicciones futuras son compartidas por todos los ciudadanos, independientemente de la formación política votada. Obviamente, son más críticos los votantes del PP y VOX, pero incluso los votantes de SUMAR y PSOE creen mayoritariamente que el precio de la vivienda, la inflación y el tipo de interés seguirán subiendo.

La negatividad ante el futuro económico del país se presenta como un factor unificador para todas las ideologías.