Hace ya mƔs de un mes que los agricultores espaƱoles decidieron unirse a sus vecinos europeos a las protestas agrarias. En una frecuencia de aproximadamente semana y media, desde febrero del presente aƱo 2024, los agricultores espaƱoles salen a la calle a pedir al gobierno medidas pertinentes para paliar sus problemas y poder sacar adelante sus vidas.
Lo que empezĆ³ como un movimiento Ā«espontĆ”neoĀ» que incluĆa desde pequeƱos agricultores hasta ganaderos nacionales, ha pasado a ser encabezado por las asociaciones y sindicatos agrarios, principalmente por la ausencia de liderazgo, organizaciĆ³n y coordinaciĆ³n. En este artĆculo, se pretende desvelar quĆ© papel juegan las asociaciones y sindicatos agrarios en el marco polĆtico y econĆ³mico actual y su relaciĆ³n con la UniĆ³n Europea.
El papel de la UniĆ³n Europea
El foco de acciĆ³n de la UniĆ³n Europea desde la salida al ruedo de las polĆticas agrarias europeas Ā«PAC o PolĆtica Agraria ComĆŗnĀ» ha permanecido en crear una planificaciĆ³n de la producciĆ³n basada en los dogmas de la Agenda 2030. En este contexto, la evoluciĆ³n de la actividad del sector agrario de EspaƱa muestra una clara tendencia por parte de los productores hacia la dependencia de las ayudas emitidas por el Banco Central Europeo, y aprobadas por Bruselas.
Las exigencias de la uniĆ³n suponen para el gremio agrario un cambio tan brusco que le imposibilita la adaptaciĆ³n, obligando al productor del sector primario a unirse a organizaciones agrarias, tales como asociaciones, sindicatos y cooperativas; no sĆ³lo como mecanismo de defensa ante dichas imposiciones, sino tambiĆ©n por la simplificaciĆ³n en la puesta al mercado del producto.
A continuaciĆ³n, presentaremos una grĆ”fica de evoluciĆ³n del nĆŗmero total de solicitudes de las prestaciones provenientes de la PAC para AndalucĆa, comunidad que supone el 31% del Valor AƱadido Bruto del sector agrario nacional:
Esta grĆ”fica de evoluciĆ³n, lejos de demostrar que menos personas soliciten la ayuda de la PolĆtica Agraria ComĆŗn, en su lugar encierra una realidad aĆŗn mĆ”s escandalosa. Observemos el desglose del siguiente grĆ”fico:
Visto de un modo asĆ©ptico: aunque el total de personas fĆsicas representa respecto a las jurĆdicas un mayor volumen, cabe seƱalar que las jurĆdicas suelen relacionar a un nĆŗmero mayor de gente, pero esas uniones se cuentan como unidades, lo que implica una
enmascaramiento de las cifras estadĆsticas reales.
Mientras las solicitudes por parte de personas fĆsicas disminuye cada aƱo, las solicitudes de personas jurĆdicas aumenta, y con ello, la filiaciĆ³n de personas anteriormente fĆsicas a muchas de esas personas jurĆdicas. Esto no sĆ³lo significa que se estĆ©n creando cada vez mĆ”s organizaciones Ā«traslĆŗcidasĀ» como asociaciones, sindicatos y cooperativas, sino que ademĆ”s, el sector se estĆ” concentrando cada vez mĆ”s en entidades dependientes, que por tanto estĆ”n al servicio del Estado y la UniĆ³n Europea (vĆ©ase Ā«Tractores y trilerosĀ»). Las personas dedicadas al sector primario miembros de organizaciones agrarias, perciben conforme dictan los estatutos de la organizaciĆ³n a la que pertenecen, y dichos estatutos no siempre obligan a repartir las ganancias de manera igualitaria entre sus miembros.
El desmantelamiento de un nuevo sector
Las asociaciones y sindicatos han visto en estas protestas un gran filĆ³n para capitalizar el descontento de la mayorĆa y nuevamente pedir ayudas de la PAC. Solamente en 2023, desde la Junta de AndalucĆa se han emitido partidas presupuestarias a organizaciones como ASAJA, COAG, y UPA por el monto total de 1.118.640 euros a cada una, tal y como reza en Ā«05/10/2023. ResoluciĆ³n de 15 de septiembre de 2023, de la ViceconsejerĆa, por la que se da publicidad a las subvenciones concedidas a organizaciones y entidades representativas de los sectores agrario, pesquero y de desarrollo rural en AndalucĆaĀ», en donde ademĆ”s se publican las distintas ayudas a cooperativas y federaciones.
Entidades en las que por norma general, quien mĆ”s se enriquezca de forma porcentual serĆ” el miembro que mĆ”s capital posea y aporte, ya sea en forma de capital fijo (inmuebles, maquinaria…) o en forma de acciones.
Mientras los colectivos agrarios encabezan felices las protestas y las aprovechan para negociar de forma unilateral con las subdelegaciones del gobierno, como pudimos comprobar algunos el dĆa 13 de marzo de 2024 en MĆ”laga, la UniĆ³n Europea y el gobierno de EspaƱa aprovechan estos vicios del mismo sistema que ellos promueven para desconvocar, disolver y mermar cualquier legĆtima protesta proveniente del conjunto del pueblo espaƱol para la emancipaciĆ³n nacional, y asĆ seguir asentando la toxina segregada de la relaciĆ³n que tenemos para con la uniĆ³n.
La soluciĆ³n de Bruselas ante cualquier problema pasa por la sedaciĆ³n absoluta de la sociedad por medio de la deuda, que de mismo modo sufren los trabajadores espaƱoles de primera mano cada vez que llenan la cesta de la compra. La deuda aliena al grueso de la poblaciĆ³n, que espera poder seguir disfrutando del dinero reciĆ©n impreso de aquella riqueza que aĆŗn no se ha producido, mientras a su vez se queja porque el supermercado de confianza ha subido los precios. A medida que pasa el tiempo EspaƱa estĆ” mĆ”s cerca de ser ese hijo invĆ”lido, que no es autosuficiente y necesita ayuda para ir al baƱo. Todo con el beneplĆ”cito de aquellos que dicen representar a EspaƱa.
En este punto nos puede surgir la duda de si esto es asĆ o si estamos cayendo en una paranoia fruto de la ignorancia. Procedamos a examinar si es cierto o no con un par de grĆ”ficas:
Como podemos observar en el primer grĆ”fico donde aparece la distribuciĆ³n porcentual del PIB en base a los sectores econĆ³micos, despuĆ©s de la entrada de EspaƱa en la UniĆ³n Europea en 1986, se produce un paulatino cercenamiento de los sectores que aseguran la autonomĆa del paĆs en favor de la dependencia inherente al sector servicios. Para terminar, en el Ćŗltimo grĆ”fico, con un nĆŗmero mayor de muestras, se puede ver la evoluciĆ³n del empleo por sectores, que reafirman la evoluciĆ³n de los datos del PIB previamente proporcionados.
Se podrĆa concluir entonces que EspaƱa es el paraĆso liberal para unos pocos. Para el resto, una realidad cada vez mĆ”s difĆcil.