13 de noviembre de 2025

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Comemos peor que hace una década: cae el consumo de carne, pescado y pan

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En España muchos indicadores económicos y sociales alertan de que nos encontramos en un momento de retroceso y de degradación de las condiciones de vida. La caída de la renta de las familias españolas y el aumento del coste de vida se refleja en la caída del consumo de carne, pescado y productos frescos, pero también del pan. Los españoles comen peor que hace diez años, y la tendencia no augura un futuro halagador.

El consumo de carne se ha visto drásticamente reducido. Se consume y se consumía, de media semanal, más de lo recomendado por los profesionales de la salud. Sin embargo, en 2014 se consumía un 329% más de carne fresca (menos pollo) por semana de lo recomendado; en 2023 se consumió un 224% más, lo que muestra una caída del 105%. En cuanto al pollo, si se consumía un 29% de la cantidad recomendada semanalmente en 2014, en 2024 se redujo al 10% , es decir, un 19% menos.

En cuanto al pescado, del cual se consume menos de la cantidad recomendada, las tenencias son similares. En 2014 se contaba con una desviación negativa del 46%. Diez años después se ha reducido 18 puntos porcentuales a un 28%.

Estudios como el realizado por la Federación de Consumidores y Usuarios de Andalucía (FACUA), desvela que del total de los encuestados, el 61 % consumía pollo al menos una vez a la semana. Hace dos años, eran el 73,4 %. Con la carne de cerdo la tendencia es similar: el 50,9 % la incluía en su dieta semanal hace dos años y ahora solo lo hace un 33,4 %. En el caso del pescado, el 43,3 % de los encuestados afirmó consumirlo semanalmente, frente al 67,6 % que lo hacía hace dos años. 

Pero  la caída del consumo no solo afecta a  la carne o el pescado, también al pan, alimento básico por antonomasia. En la última década su consumo ha caído un 25% mientras que su precio ha crecido un 30%. A menudo se habla del impacto de la guerra en Ucrania, pero este hecho solo ha agravado una tendencia presente previa al conflicto. Si en 2015 se consumían 34,9 kilos por persona al año, en 2025 se consumen menos de 28 kilos, es decir un 20% menos en diez años. Como sustituto al pan están los alimentos ultraprocesados, más baratos y más perjudiciales para la salud. 

Como conclusión podemos decir que si, comemos peor que años atrás, consumimos menos carne, menos pescado y menos pan, entre otros productos, en los que se incluye otro pilar de nuestra dieta: el aceite de oliva, cuyo consumo ha caído un 36% desde el año 2020.