Madrid, 1 de agosto de 2025 — Correos y los principales sindicatos (CCOO, UGT, CSIF y Sindicato Libre) han firmado un acuerdo para la salida voluntaria e incentivada de más de 10.000 trabajadores fijos mayores de 61 años, en una operación que transforma la estructura de la mayor empresa pública del país. El plan, financiado con 427 millones de euros de dinero público, prevé ejecutarse de forma escalonada hasta el año 2028.
El objetivo oficial: rejuvenecer la plantilla y reordenar el personal de forma más “eficiente”, en plena caída del volumen de cartas y con la competencia creciente del sector privado en paquetería. El acuerdo también contempla la incorporación de nuevos empleados mediante convocatorias abiertas, aunque sin compromisos claros de reposición total.
Denuncias de precarización y recortes encubiertos
Pese al respaldo de los grandes sindicatos, CGT y colectivos críticos denuncian que se trata de un ERE encubierto que reducirá de forma irreversible el número de trabajadores. Denuncian también que se normaliza la sobreexplotación mediante una “bolsa de horas” voluntaria que ampliará la carga laboral sin nuevas contrataciones garantizadas.
La empresa prevé también reubicar a cerca de 800 empleados afectados por cierres de centros logísticos, aunque muchos denuncian traslados forzosos o falta de garantías reales.
Más con menos
La otra gran promesa es la reducción de la jornada semanal a 35 horas, aún en fase de negociación, mientras el volumen de trabajo crece. Para CGT, “este es el peor acuerdo laboral de la historia de Correos”: se pierde empleo, se recortan derechos y se externalizan funciones clave.
El plan revela la nueva hoja de ruta de Correos: adelgazar plantilla, contener costes y adaptar su estructura a un futuro más competitivo, pero también más incierto.