Grecia podría convertirse en uno de los nuevos epicentros mineros de Europa tras el hallazgo de un yacimiento masivo de oro y cobre en la región de Macedonia Central, cerca de la localidad de Kilkís. El depósito, descubierto por la empresa canadiense Velocity Minerals, contiene más de 160 toneladas de oro y unas 720.000 toneladas de cobre, con un valor estimado de 40.000 millones de euros.
La compañía ha obtenido permiso para explorar una superficie total de 39 km², comenzando por un primer tramo de casi 10 km². Las primeras muestras indican una rentabilidad suficiente para poner en marcha un ambicioso proyecto de extracción, en un contexto internacional marcado por la alta demanda de metales estratégicos.
El cobre, en particular, está considerado un recurso clave para el futuro de la transición energética, por su uso en vehículos eléctricos, baterías y redes eléctricas inteligentes. El hallazgo sitúa a Grecia en una posición ventajosa en la carrera por los materiales críticos.
Este descubrimiento se suma al proyecto de Skouries, en la cercana península de Calcídica, y consolida el potencial minero del norte griego, una zona históricamente desfavorecida que podría experimentar un profundo revulsivo económico y laboral. No obstante, se prevé que el desarrollo del proyecto esté condicionado por exigencias medioambientales, dada la experiencia de conflictos previos entre empresas mineras y comunidades locales.
