domingo, mayo 19, 2024

El futuro de la EspaƱa vaciada

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Hablar de EspaƱa rural no sĆ³lo es hablar de agricultura y ganaderĆ­a, lo es tambiĆ©n de biodiversidad, de cultura, de historia, de monumentos derruidos, patrimonio olvidado y, por supuesto, de los rincones mĆ”s hermosos de EspaƱa.

En muchos de estos pueblos la actividad agropecuaria ya no existe o estĆ” en grave retroceso, la realidad econĆ³mica de la poblaciĆ³n estĆ” basada en pensiones, en empleo pĆŗblico y cada vez mĆ”s en locales y actividades de ocio mientras el teletrabajo sigue siendo anecdĆ³tico. A pesar de ello es muy deseable que la agricultura, la ganaderĆ­a, la caza y la explotaciĆ³n forestal estĆ©n presentes en la economĆ­a de los pueblos pequeƱos pues, aparte del beneficio ambiental que significa el uso sostenible de los recursos naturales, mantiene la identidad rural, favorece el turismo de calidad y la diversidad econĆ³mica.

Eso se puede conseguir apoyando pequeƱas industrias fijadas en el terreno: una producciĆ³n que dotase con un valor aƱadido de calidad, cultural, ambiental o de origen a la producciĆ³n primaria. Este modelo sĆ­ es capaz de crear empleo y fijar poblaciĆ³n. De hecho, ya se estĆ” implementando hace algunos aƱos, desde las denominaciones de origen a la innovaciĆ³n y el mimo en la producciĆ³n de bienes como el vino o la carne.

Por otra parte, empieza a ser importante un sector de servicios que establece una nueva relaciĆ³n con las ciudades, donde sus habitantes demandan la tranquilidad, la calidad de vida y los atractivos culturales y paisajĆ­sticos del mundo rural. La industria turĆ­stica es una actividad con bastante impacto en el medio y en las poblaciones y aunque es deseable, sin control no es la panacea, como ya se ha visto en algunas ciudades, pudiendo crear problemas de masificaciĆ³n, encarecimiento de la vivienda, inseguridad o saturaciĆ³n de los servicios.

TambiĆ©n las energĆ­as renovables y su implementaciĆ³n dentro del sistema de producciĆ³n energĆ©tico entran en la ecuaciĆ³n: en poco tiempo se han llenado los campos de grandes extensiones de placas solares o de molinos de viento, que estĆ”n creando un grave impacto ambiental y paisajĆ­stico y que estĆ”n dĆ”ndole la puntilla a las poblaciones donde se asientan.

Las empresas compran gran cantidad de terrenos alrededor de los pueblos ā€“a precio de finca agrĆ­colaā€“ a propietarios que no siempre son vecinos y aprovechando la poca capacidad de resistencia de las poblaciones. Luego, sin aportar ningĆŗn beneficio a las comunidades, fabrican una electricidad que se consumirĆ” muy lejos, en las ciudades y zonas industriales. Esto se siente como un agravio mĆ”s, pues acaban con el uso de la tierra, sin dar empleo alternativo, destruyen el paisaje y ahuyentan al turismo, abonando la despoblaciĆ³n. Se llama colonizaciĆ³n energĆ©tica y el Gobierno, que deberĆ­a proteger a sus Ā«administradosĀ», estĆ” completamente entregado a la avaricia de las compaƱƭas elĆ©ctricas, permitiĆ©ndoles, por ejemplo, fraccionar los proyectos para evitar los estudios de impacto.

Hace falta un plan de implantaciĆ³n de energĆ­as renovables mĆ”s transparente, mĆ”s coherente con el territorio y con los intereses de la poblaciĆ³n. Un plan asĆ­ podrĆ­a contemplar, por ejemplo, incentivar la creaciĆ³n de industrias de alta demanda elĆ©ctrica, cerca de los centros de producciĆ³n renovable con lo que se ayudarĆ­a a la industrializaciĆ³n de las zonas rurales y a la creaciĆ³n de empleo. Algo de equidad en el trato.

De momento no solo las infraestructuras como carreteras o ferrocarriles estĆ”n faltas de mantenimiento, sino que su modelo de crecimiento es radial, y si no estĆ”s en uno de los radios, directamente no estĆ”s. Eso le ocurre a muchos pueblos de la EspaƱa vaciada. A partir de este aislamiento la economĆ­a se resiente y la poblaciĆ³n acaba yĆ©ndose. Una alternativa serĆ­a plantear las comunicaciones en red, como en los paĆ­ses del entorno. Pero lo primero es mantenerlas en condiciones.

Vemos con estos ejemplos que ya tenemos herramientas tĆ©cnicas, prĆ”cticas y planteamientos novedosos para enfrentar el problema. Lo que hace falta es voluntad polĆ­tica, es decir dinero y legislaciĆ³n. TambiĆ©n algo de soberanĆ­a para decidir y proteger nuestro sector primario, el tan cacareado y nunca visto Ā«cambio del modelo productivoĀ» y  poner el bienestar de los ciudadanos por delante del de los consejos de administraciĆ³n, que ya se cuidan solos.

En este sentido, el gobierno estĆ” elaborando la Estrategia Nacional 2030 frente al Reto DemogrĆ”fico, documento que se discute junto a las Comunidades AutĆ³nomas y que ha publicado una serie de directrices que son una exposiciĆ³n de buenos deseos y lugares comunes. DespuĆ©s del COVID, en 2021, el Ministerio de TransiciĆ³n EcolĆ³gica y el Reto DemogrĆ”fico, aprobĆ³ un plan de 130 medidas, para luchar contra la despoblaciĆ³n y favorecer la cohesiĆ³n territorial con un gasto de 110.000ā‚¬ que viene a ser un 10% del Plan de RecuperaciĆ³n, TransformaciĆ³n y Resiliencia. Pretenden ser medidas para asegurar la conectividad, reforzar la relaciĆ³n mundo rural-mundo urbano, garantizar los servicios, fomentar el emprendimiento y el turismo sostenible.

En realidad es sencillo: de lo que se trata es de garantizar la igualdad de oportunidades y de mejorar la vida de las personas que hoy viven en los pueblos de la EspaƱa vaciada : La conectividad, las infraestructuras y el acceso a los servicios pĆŗblicos son necesidades inmediatas, antes de cualquier plan a futuro. Solo eso los harĆ” atractivos a nuevos vecinos y proyectos. Hablar de repoblaciĆ³n no supone pretender recuperar niveles de poblaciĆ³n como los de antaƱo. Los recursos de vivienda y de trabajo en cada lugar son los que marcarĆ”n el nuevo Ć­ndice poblacional. Es mĆ”s importante cuidar la pirĆ”mide de edad: que nazcan niƱos y que los jĆ³venes quieran quedarse.

Se debe formalizar de una vez un pacto de Estado en este sentido y debe hacerse con urgencia y transparencia. Aunque visto el descontrolado despliegue de renovables y el servilismo de los gobiernos a los deseos de los grandes inversores, corremos el riesgo de que ese dinero vaya a parar a las cuentas de resultados de algunas empresas y que al final toda esta operaciĆ³n sirva para aumentar aĆŗn mĆ”s las desigualdades en el mundo rural y para sacrificar algunos pueblos mĆ”s. ĀæAlguien se acuerda todavĆ­a de los Fondos de CohesiĆ³n?

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