«Las calles de nuestra capital se han convertido en un campo de batalla (…) La vida se ha convertido en una batalla por la supervivencia». Así se expresaba Garry Conille, primer ministro de Haití, nombrado por el Consejo Transicional Presidencial.
La situación en Puerto Príncipe, la capital de Haití, es desesperada. Las bandas callejeras, lideradas por el expolicía Jimmy Cherizier Barbecue, controlan el 80% de la ciudad.
En lo que va de año se han producido más de 1.500 muertes violentas. El año pasado, este conflicto causó más de 8.000 víctimas, lo que provocó la dimisión del anterior primer ministro, Ariel Henry.
Por esta razón, el Consejo de Seguridad de la ONU, aprobó una misión de apoyo a la Policía Nacional haitiana en octubre de 2023, misión que será liderada por Kenia y que ha empezado a materializarse este lunes con la llegada de 400 efectivos keniatas de los 1.000 que se esperan.
Por su parte, el líder de los pandilleros, en una entrevista concedida al periódico italiano La República, afirmaba que el destino del país está en sus manos, y que, o llegan a un acuerdo o habrá guerra.
El objetivo del Consejo Transicional Presidencial es controlar la situación y estabilizar el país para poder convocar elecciones presidenciales en 2026.