El pasado 10 de enero la Fiscalía se decidió a investigar las masivas amenazas de muerte de marroquíes e islamistas radicales que recibió uno de los portavoces del Frente Obrero, Fermín Turia, durante la campaña electoral. Así es, como lo leen: la Fiscalía ha tardado la friolera de siete meses en iniciar la investigación de más de mil amenazas de muerte con posibles vínculos yihadistas recibidas por un ciudadano español. Suponemos que tanta investigación de carácter urgente sobre si las piñatas de una panda de desnortados borrachos en fin de año constituyen un delito de odio ha eclipsado otras “nimiedades” como esta.
14 de julio, 2023. Plena campaña electoral. El Frente Obrero, en una de sus más sonadas acciones del pasado año, colocó una lona satírica en la que aparecían Mohammed VI y Pedro Sánchez fundidos en un beso apasionado. Con ella, el Frente Obrero denunciaba la sumisión del gobierno del PSOE y Podemos al reino alauí. La lona levantó ampollas entre los sectores “progresistas” españoles, que la tildaron de homófoba; los sectores más radicales (supuestos radicales que acuden rápidamente en defensa del PSOE), incluso intentaron retirarla. Los homosexuales perseguidos bajo la dictadura de Mohamed VI no merecen tanta atención como aquellos que se atreven a denunciar mordazmente los “respetables” socios internacionales del gobierno. Pero la respuesta a la acción electoral no iba a quedar aquí.
15 de julio, 2023. Los sectores adscritos a la dictadura marroquí lanzan una estrategia coordinada de amenazas de muerte, de corte yihadista, a través de cientos de bots en la red social X e Instagram. Es impensable que cientos de bots, que publicaron en total más de mil amenazas, surgieran por generación espontánea: formaban parte de una estrategia financiada, dotada de los recursos suficientes, y organizada profesionalmente por el Estado marroquí, que no podía permitir ver a su venerado rey humillado de tal forma.
16 de julio, 2023. La campaña del lobby marroquí se extiende también a los medios de comunicación. Periódicos como Atalayar, Euromagreb, Moroco Diplomatique e incluso el 20 minutos español afirmaban que el Frente Obrero recibía 5 millones de euros de Argelia. Esta información, completamente falsa, formaba parte de la misma estrategia de deslegitimación del Frente Obrero emprendida el día anterior a través de las redes sociales.
Un país extranjero tratando de condicionar la campaña electoral de un partido político español. Una táctica mafiosa que trataba de amedrentar a los militantes, portavoces y votantes del Frente Obrero. Fake news para perjudicar a un partido político en favor de los designios de un dictador. Miles de amenazas de muerte que, como verán a continuación, iban desde la frivolización del 11-M a la difusión de la imagen y datos del candidato con intención de invitar a la comunidad marroquí en España a “pasar a la acción”, esto es, de actuar violentamente contra él y su partido. Una estrategia cuyos objetivos eran amedrentar y tratar de silenciar una propuesta política legítima.
La Fiscalía, después de siete largos meses, se ha decidido por fin a investigar estas y otras muchas amenazas publicadas principalmente durante esa semana de julio, pero que no han dejado de llegar desde entonces. Al menos el desencadenante para investigar las amenazas yihadistas no ha sido tener que lamentar la consumación de las mismas. Fuentes del Frente Obrero declaran: “Si los agentes del Estado marroquí hacen esto aquí, ¿qué harán allí con su pueblo? Esto es precisamente lo que queríamos denunciar con la lona: las vergonzosas relaciones internacionales, de cercana amistad, de Pedro Sánchez con una dictadura islamista”.
Por otra parte, el Frente Obrero advierte: “También presentaremos una querella a los medios de comunicación que, a tres días de la jornada electoral, difundieron una fake new afirmando que habíamos recibido 5 millones de euros de Argelia. De esta manera, intoxicaron conscientemente la campaña electoral, perjudicando nuestra imagen en favor de la dictadura marroquí, escocida por nuestras críticas. Los medios de comunicación, mercenarios profesionales, son incapaces de entender nuestra postura de apoyo a la causa saharaui, por la liberación del pueblo marroquí y contra el islamismo radical si no hay dinero de por medio. No todo vale: les llegara nuestra querella.”