En los últimos días, las presiones del bloque de izquierda Nuevo Frente Popular y de la Agrupación Nacional han dejado claro que el texto no cuenta con un respaldo suficiente para su aprobación mediante voto en su versión actual.
Este escenario podría abrir paso al uso del artículo 49.3 de la Constitución, un recurso ya utilizado por anteriores gobiernos bajo la gestión de Emmanuel Macron, que permite aprobar medidas sin un voto parlamentario.
Si el primer ministro Barnier decide activarlo hoy, se anticipa como inevitable la introducción de una moción de censura en la Asamblea Nacional.
El Nuevo Frente Popular está decidido a impulsar la censura contra el gobierno, que cuenta con el apoyo del oficialismo y los conservadores. La atención ahora recae en la Agrupación Nacional, liderada por Marine Le Pen, cuyo respaldo resulta decisivo.
Hoy vence el ultimátum de Le Pen a Barnier, tras rechazar las concesiones hechas por el gobierno como insuficientes. Según declaraciones difundidas anoche por la cadena BFM TV, la decisión de su partido ya está tomada.
“Nos están engañando, tendrían que sorprenderme para que cambie de opinión, y no creo que sean capaces de hacerlo”, habría señalado Le Pen en privado.
Desde el gobierno advierten sobre las consecuencias de no aprobar el presupuesto, mientras crecen las especulaciones sobre el impacto político de una eventual caída del gabinete de Barnier. Algunos analistas incluso plantean la hipótesis de una dimisión presidencial, aunque Macron ha rechazado esta posibilidad, argumentando que su mandato finaliza en 2027.