El Frente Obrero no titubea al poner el foco sobre la cruda realidad que Alcalá de Henares enfrenta ante la desbordante marea migratoria. En el último trimestre de 2023, la Base Militar Primo de Rivera, con una capacidad de 1.200 plazas, ha sido testigo de la llegada constante de contingentes de inmigrantes desde Canarias, de entre 200 y 300 individuos cada uno. Su estancia, prevista entre uno y tres meses, se ha convertido en un auténtico caldo de cultivo para la inseguridad que aqueja no solo a los acogidos, sino a toda la comunidad alcalaína. Ninguno de ellos tiene permiso de residencia, permiso de trabajo o un plan de vida.
Los problemas alcanzaron su punto álgido el pasado viernes 13 de enero, cuando dos grupos provenientes del Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de la base militar protagonizaron una violenta reyerta, dejando a su paso tres personas detenidas.
En este lamentable episodio, un grupo de migrantes marroquíes atacó con barras metálicas a migrantes de nacionalidad subsahariana en el Parque de la Tirolina de Alcalá de Henares. La Policía Nacional aún investiga las causas, mientras la ciudad sufre las consecuencias de una batalla campal que dejó a seis personas heridas, con cortes, fracturas y hasta la pérdida de piezas dentales. Además, un joven subsahariano de 25 años, tras recibir un brutal golpe en la cabeza, permanece inconsciente en el Hospital Príncipe de Asturias con un traumatismo craneoencefálico severo.
Resulta indignante descubrir que uno de los detenidos ya había sido arrestado el 27 de diciembre, siendo su expulsión del centro la única solución aplicada. Mientras las autoridades locales han denunciado reiteradamente la gravedad de la situación, tanto el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso como el de Pedro Sánchez parecen estar más preocupados por ignorar la problemática que asola las Islas Canarias y que se expande como un reguero de pólvora por el resto de las Comunidades Autónomas. La seguridad y las soluciones reales para la ciudadanía siguen siendo esquivas, mientras la avalancha migratoria amenaza con sumir a Alcalá de Henares en un caos sin precedentes.