Los mayores son los mas afectados por las muertes por golpe de calor en verano
Poco se habla de una situación muy grave, que hace poco denuncio la ONG Grandes Amigos, a través de distintos medios Y es el alto porcentaje de mayores de 65 años en el total de muertes en los meses de verano por golpes de calor.
Una situación que se opaca pero que supone un drama como sociedad. Y que por otra parte no deja de ser de una gran hipocresía, porque si se esta capitalizando y dando valor como arma política a las muertes de ancianos durante el COVID.
Los datos del Sistema de monitorización de la Mortalidad diaria (Momo) del Ministerio de Sanidad de Julio de 2025 muestran que 2026 personas murieron por causas atribuibles al calor, de las que el 94% (1001) tenían más de 65 años.
Es una cifra elevadísima, porque supone que 1 de cada 10 personas fallecidas por causa del calor son mayores de 65 años. Si nos centramos en mayores de 85 años, estos representan el 62% del total de las muertes por esta causa.
En la crisis del COVID en la que también los ancianos fueron los grandes afectados, y esto también fue un drama que ahora se está instrumentalizando, del total de fallecidos por COVID un 85% fueron mayores de 65 años. Que es una cifra significativamente menor en % que los fallecidos por calor
Este año no ha sido una excepción, porque aunque Julio 2025 ha sido especialmente trágico el año pasado en el mismo mes 407 mayores de 65 años fallecieron por calor, suponiendo el 97% del total de muertes por esta causa
Como suele ocurrir, se ha creado un organismo, comisión, plan u observatorio oficial para tratar el tema Poniéndose en marcha en 2004 un Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la salud. Con el fin de prevenir y reducir los efectos negativos que las olas de calor tienen sobre la salud de los ciudadanos, especialmente entre los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, menores, personas con enfermedades crónicas y personas socialmente más desfavorecidas.
En este plan se enmarca asimismo la monitorización de la mortalidad diaria. El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), gestionado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Este a través del estudio de variables y series históricas de mortalidad y el seguimiento diario alerta si hay alguna desviación sobre el teórico o respecto a lo esperado y lo comunicar al Ministerio de Sanidad con el fin de que sea investigado o se pongan en marcha de las medidas de control oportunas.
Los datos se presentan con dos enfoques diferenciados: uno predictivo, que ofrece alertas de excesos de mortalidad atribuibles al exceso o defecto de temperatura, y otro estimativo, que informa sobre el número de excesos de mortalidad tanto por todas las causas, como atribuibles al exceso o defecto de temperatura.
Los modelos utilizan información sobre la mortalidad diaria Instituto Nacional de Estadística (INE), Que se complementa con datos diarios del Registro General de Registros Civiles y Notariados del Ministerio de Justicia. Al. que luego se unen. datos meteorológicos de AEMET.
Y también el Ministerio de Sanidad ha lanzado este año una campaña publicitaria, denominada un “Verano de Cuidado” campaña que contara con un abultado presupuesto y que según la Ministra Monica Garcia explico en la rueda de prensa de presentación “tiene como finalidad que la población adopte unos hábitos de autoprotección y de cuidado que reduzcan el impacto del calor en su salud.”
Enfatiza que “las zonas de España más calurosas ya tienen una cierta cultura del calor que hay que reforzar y renovar, y que tenemos que trasladar a zonas que tradicionalmente no eran tan calurosas en verano y que ahora por el cambio climático sí lo van a ser”.
En la rueda de prensa de presentación la Ministra de Sanidad aprovecho para hacer su “ cuña publicitaria política e ideológica” indicando que “es esencial ser claros y contundentes: el negacionismo climático es perjudicial para la salud. El negacionismo climático, pero también las posiciones políticas que lo blanquean. Negar la realidad del cambio climático es poner en riesgo la salud de la población, así que el primer paso para enfrentar esta emergencia climática es rechazar contundentemente aquellos discursos que lo amparan”.
Algunos ayuntamientos de toda España también tienen campañas o iniciativas al respecto.
Pero más allá de los modelos, las campañas publicitarias y el redito político esta el drama de 1.001 muertos ancianos por calor, que podrían haber sido evitadas. La gravedad que este hecho no aparezca en los medios, como si la muerte de mayores no fuera tan importante. La edad hace que el riesgo de mortalidad sea mayor pero eso no puede hacer que se normalice una situación que no lo es.
La ONG también denuncia que estas cifras no son propias de un país del primer mundo y sobre todo y es lo mas doloroso, que hay vías para evitarlas. Incrementando la prevención. E implantado medidas que no solo sirvan para proteger la salud de los mayores sino para mejorar sus condiciones de vida, en busca de un envejecimiento de calidad, que en verano no debería tomarse vacaciones
En verano lugares como centros de mayores, centros de día, bibliotecas, centros culturales o polideportivos cierran. Estos lugares con aire acondicionado son como refugios climáticos en momentos de calor.
Especialmente porque sus hogares pueden no estar equipados con dispositivos de aire acondicionado o ventiladores o no poder asumir el coste de la energía
La ONG además hace notar además que precisamente los ancianos por su son precisamente la población más prudente ante el calor., con hábitos más sensatos costumbres arraigadas contra el calor y una mayor percepción de riesgo versus otros colectivos que infravaloran riesgos.
Según una encuesta del ministerio de Sanidad, un elevado porcentaje de la sociedad (90%) considera que el calor extremo puede ser un riesgo para la salud, sin embargo solo el 30% cree que es “altamente vulnerable a él”. Sin embargo los mayores son plenamente conscientes de su riesgo, expresando en un 81% de los casos que se consideran población “altamente vulnerable”
Los sucesivos recortes en toda España en recursos sociosanitarios también complican la situación en residencias o en servicios de atención domiciliaria a ancianos en vacaciones, donde no se cubren las sustituciones de verano
El problema además se agrava, y no solo para los ancianos, sino para todos aquellos que vivan en ciudades con el nuevo diseño de estas y su progresiva gentrificación y nuevas planificaciones urbanísticas. Con menos árboles, cierre de parques por el calor, el abandono o inexistencia de fuentes y baños públicos para refrescarse, la sustitución de bancos en las calles por mesas de terrazas.
Y no solo por el calor el cierre estos lugares empuja a muchos mayores a una soledad no deseada a cesar en su actividad y en general puede llevar a un cierto empeoramiento de su salud física y mental o procesos cognitivos El cese de las rutinas de ejercicio, estimulación mental o sociabilidad tiene efectos muy nocivos. Ante el cierre de los centros el anciano pasa mucho tiempo en casa, lo que puede desencadenar procesos de depresión que se unirán a los efectos adversos del calor.
Como sociedad, no podemos permitirnos que una deseada para muchos como es el verano sea una época de pesadilla para un colectivo muy importante en nuestro país, nuestros mayores.