El miércoles, hacia la media noche, se producía otro altercado con heridos en Lérida, en la misma zona donde el martes un subsahariano era apuñalado de gravedad por otro inmigrante.
En esta ocasión, un grupo de marroquíes agredieron a un subsahariano, produciéndole un corte en el brazo con una botella rota.
La ciudad de Lérida cuenta con una población de unos 140.000 habitantes, de los cuales aproximadamente 30.000 son extranjeros (siendo la marroquí la nacionalidad con más presencia), y se ha convertido en la segunda capital catalana con más delitos por habitante, sólo por detrás de Barcelona.