El próximo lunes comienza el juicio contra un agresor marroquí que secuestró y violó en repetidas ocasiones a una mujer de más de 60 años en Tenerife, haciendo uso en todo momento de una violencia extrema.
Los hechos ocurrieron a principios del año pasado. Sin embargo, las agresiones fueron de tal violencia y brutalidad que la víctima todavía necesita ayuda psicológica y es incapaz de salir a la calle. El autor, un marroquí que había llegado unos días antes en patera a Lanzarote y que fue trasladado a un centro de acogida en Tenerife, se enfrenta a una petición de pena de 25 años de cárcel y 40.000 euros de indemnización para la víctima.
El ataque se produjo en la madrugada del 4 de enero de 2023, cuando la mujer se disponía a abrir la reja del negocio donde trabajaba, en el edificio Olympo de la capital tinerfeña. En ese momento, el marroquí la empujó al interior del local. Tras arrebatarle las llaves, cerró para poder actuar con impunidad. Ahí empezó el calvario de la mujer.
El individuo comenzó a golpearla, propinándole puñetazos, patadas y golpeándola contra el mobiliario. La paliza duró alrededor de diez minutos. Acto seguido, la desnudó, sin dejar de golpearla, y la violó en repetidas ocasiones de forma oral, vaginal y anal. Además, durante la agresión sexual, la estranguló con ambas manos, haciendo que casi perdiera el conocimiento. Finalmente, le robó el dinero que tenía y, tras registrar el local, se llevó otros 30 euros que encontró en un bote. Así mismo, le quitó los zapatos a la víctima, ya que él había llegado descalzo.
Antes de marcharse, el agresor amenazó con matarla si contaba algo a la Policía y la dejó encerrada dentro del local. A pesar de quedar gravemente herida y en estado de shock, la mujer pudo contactar con el dueño de la empresa, que avisó al conserje del edificio. El hombre corrió a socorrerla y avisó tanto a la Policía como a los servicios de emergencias. La víctima fue trasladada al hospital Nuestra Señora de la Candelaria, donde fue tratada de las graves lesiones causadas por el bestial ataque. A día de hoy todavía sufre secuelas, tanto físicas como psicológicas.
El agresor huyó a pie con intención de coger un tranvía que le llevase de vuelta al centro donde residía. Gracias a la descripción de la víctima, el operativo que puso en marcha la policía pudo identificarlo y detenerlo.
Finalmente, este lunes 16 de diciembre empieza el juicio y la Fiscalía pide 25 años de cárcel para él.