30 de julio de 2025

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La economía española acelera su crecimiento en el segundo trimestre pese a las tensiones globales

La economía española acelera su crecimiento en el segundo trimestre pese a las tensiones globales
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Madrid, 29 de julio de 2025 — La economía española ha vuelto a sorprender positivamente al registrar un crecimiento del 0,7 % en el segundo trimestre de 2025, según los datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra representa una aceleración respecto al trimestre anterior, cuando el avance fue del 0,6 %, y supera las previsiones de varios analistas nacionales e internacionales.

En términos interanuales, el Producto Interior Bruto (PIB) creció un 2,8 %, lo que consolida a España como una de las economías más dinámicas de la zona euro, en contraste con la ralentización observada en países como Alemania, Francia o Italia.

El crecimiento estuvo impulsado fundamentalmente por la demanda interna, que aportó 0,9 puntos porcentuales al PIB en términos trimestrales. El consumo de los hogares aumentó un 0,8 %, gracias a la recuperación del poder adquisitivo y la estabilidad del empleo.

La inversión empresarial también mostró fortaleza, con un alza del 2,1 % respecto al trimestre anterior. Destacan especialmente las inversiones en bienes de equipo, manufactura y construcción residencial, sectores que se están beneficiando de la reactivación postpandemia y de los fondos europeos.

Por el contrario, la demanda externa volvió a tener una contribución negativa, restando 0,1 puntos al PIB trimestral y 0,6 puntos en tasa interanual, debido al deterioro del contexto comercial internacional y al encarecimiento de las exportaciones españolas por la apreciación del euro.

El crecimiento estuvo impulsado fundamentalmente por la demanda interna, que aportó 0,9 puntos porcentuales al PIB en términos trimestrales. El consumo de los hogares aumentó un 0,8 %, gracias a la recuperación del poder adquisitivo y la estabilidad del empleo.

La inversión empresarial también mostró fortaleza, con un alza del 2,1 % respecto al trimestre anterior. Destacan especialmente las inversiones en bienes de equipo, manufactura y construcción residencial, sectores que se están beneficiando de la reactivación postpandemia y de los fondos europeos.

Por el contrario, la demanda externa volvió a tener una contribución negativa, restando 0,1 puntos al PIB trimestral y 0,6 puntos en tasa interanual, debido al deterioro del contexto comercial internacional y al encarecimiento de las exportaciones españolas por la apreciación del euro.

Los buenos datos llegan en un momento marcado por incertidumbre a escala global:

  • La entrada en vigor de nuevos aranceles estadounidenses a productos europeos, como el vino, el aceite de oliva y los productos tecnológicos.

  • La ralentización del crecimiento alemán (apenas 0,1 %) y la caída de la producción industrial en Italia.

  • La fragilidad del comercio global, afectado por tensiones geopolíticas, encarecimiento del crédito y volatilidad de materias primas.

A pesar de todo ello, España mantiene un diferencial positivo respecto a la media europea, algo que tanto el Ministerio de Economía como los analistas privados atribuyen a la fortaleza del consumo, la inversión pública y privada y el impacto de los fondos Next Generation EU.

Pese a la buena marcha, tanto el Banco de España como la Cámara de Comercio advierten de algunos riesgos:

  • El impacto negativo de los aranceles a medio plazo.

  • El endurecimiento de la política monetaria del BCE.

  • La falta de reformas estructurales en sectores clave como la industria y el sistema fiscal.

Las previsiones de crecimiento se sitúan en el 2,4 % para el conjunto de 2025 y en torno al 1,9 % para 2026, según el consenso de instituciones económicas.