El enfoque económico de Javier Milei, caracterizado por una drástica reducción del gasto público y la implementación de políticas liberales, ha resultado en un incremento significativo del desempleo en Argentina. Durante el primer trimestre de 2024, la tasa de paro alcanzó su nivel más alto desde 2021, situándose en el 44,3% de la población activa, lo que equivale a 14,2 millones de personas sin empleo, frente a 13,1 millones con empleo.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa de desempleo se ubicó en el 7,7% en el primer trimestre, marcando un aumento de 2 puntos respecto al trimestre anterior y de 0,8 puntos en comparación con el año anterior. Además, 1,1 millones de argentinos se encuentran sin empleo y no están en búsqueda activa de trabajo. La pérdida de empleos se registró tanto en el sector público como en el privado, abarcando tanto el mercado formal como el informal, e incluso afectó a los trabajadores autónomos. Este fenómeno ocurre en un contexto de fuerte contracción económica, con una caída del PIB del 5,1% respecto al año anterior y un severo ajuste fiscal impulsado por el gobierno de Milei.
El primer trimestre también registró una inflación del 57,3% y una disminución del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, resultando en una caída del consumo privado del 6,7% interanual, principal componente del PIB argentino. El ajuste del gasto público provocó una contracción adicional del 5% interanual en el consumo privado.
El plan de ajuste fiscal de Milei ha conllevado despidos masivos en el sector público y la paralización de obras públicas, impactando significativamente en el sector de la construcción, que perdió 28,000 puestos de trabajo en el primer trimestre. Según el Indec, la cifra de desocupados en los principales conglomerados urbanos de Argentina aumentó a 1,088,000 personas, unas 266,000 más que en el último trimestre.
Entre enero y marzo, los empleos asalariados formales cayeron en 100,000, reduciéndose a 6,3 millones, mientras que los empleos asalariados informales también disminuyeron en 100,000, alcanzando los 3,5 millones, lo que representa el 35,7% de los asalariados en Argentina. Asimismo, los trabajadores autónomos pasaron de 3,5 millones en el cuarto trimestre de 2023 a 3,3 millones en el primer trimestre de 2024.
El informe oficial también destaca un incremento en la tasa de ocupados que buscan un segundo empleo, que subió al 16% en el primer trimestre, representando a 2,2 millones de personas. Este fenómeno se atribuye a la fuerte pérdida del poder adquisitivo de los hogares, con salarios que subieron un 45,5% en el primer trimestre, por debajo del 51,6% del índice de precios acumulado.
Los economistas consultados por el Banco Central proyectan que la tasa de desempleo cerrará 2024 en un 7,5%, mientras que el PIB se contraerá un 3,8%.
La industria fue el sector más afectado con una caída del 13,7%. Otros sectores con desempeño negativo fueron la construcción (-19,7% interanual), la intermediación financiera (-13%), el comercio (-8,7%), transporte y comunicaciones (-1,1%) y el sector inmobiliario y de alquiler (-1,6%). En contraste, la agricultura y ganadería crecieron un 10% interanual a pesar de la sequía de 2023, junto con la explotación de minas, canteras e hidrocarburos (crecimiento del 8% interanual) y la pesca (3,2%), sectores con un perfil exportador.
La devaluación de diciembre provocó un cambio significativo en la balanza comercial, con un aumento del 26,1% interanual en las exportaciones y una caída del 20,1% en las importaciones.