Roma, 3 de agosto de 2025 —
Ante más de un millón de jóvenes congregados en Tor Vergata, el Papa León XIV ha clausurado el Jubileo de la Juventud con una misa cargada de espiritualidad, emoción y llamados urgentes a la fe. En una homilía vibrante, el Pontífice recordó a los asistentes que “nuestra esperanza está en Jesucristo resucitado”, subrayando que no hay futuro ni transformación verdadera fuera del Evangelio.
Acompañado por representantes de más de 150 países, y con miles de españoles entre los presentes, el Papa dirigió un mensaje de aliento ante el dolor del mundo, haciendo mención expresa a los jóvenes que sufren en Gaza, Ucrania, Sudán y otros lugares marcados por la violencia y el abandono.
“Vosotros sois la sal de la tierra. Vosotros sois la luz del mundo. No os conforméis con menos”, exclamó León XIV, animando a la juventud a no sucumbir al nihilismo, al consumo o a la banalidad, sino a vivir con radicalidad cristiana, en santidad, verdad y compromiso con los demás.
El Papa también dedicó palabras emocionadas a las dos jóvenes fallecidas durante la peregrinación, una española y una egipcia, y pidió oraciones por un tercer joven hospitalizado. Cerró su intervención renovando la invitación a la Jornada Mundial de la Juventud de Seúl 2027, en la que “la esperanza seguirá su camino” como luz que no se apaga.
El Jubileo se despide dejando una profunda huella: en tiempos de confusión global, el Vicario de Cristo ha recordado al mundo que hay esperanza, y esa esperanza tiene un nombre: Jesús.