Las fuerzas de seguridad han trasladado a las personas sin recursos fuera de  París. El gobierno de Macron se prepara para los Juegos Olímpicos y han promulgado órdenes para mejorar la imagen ante las televisiones.  En un informe publicado por la asociación Le Revers de la Medaille se calcula que 12.000 personas han sido expulsadas de la ciudad de la luz.

En el mes de marzo la asociación publicó su posición sobre la situación y aseguró que las medidas del gobierno francés eran insuficientes. En la carta se calculaba que 7000 viviendas, en el departamento  del Île de France,  eran decisivas para el devenir de los ciudadanos parisinos sin recursos. A nivel nacional el número se tornaba alrededor de las 20.000 viviendas. Solamente 200 residencias subsidiarias eran las construidas en los recovecos de la capital. Según la asociación, el precio de la operación rondaría los 10 millones de euros.

 Paul Alauzy , coordinador de la vigilancia sanitaria de Médicos del Mundo, ha tomado el mando de las demandas sociales y ha comenzado a denunciar la situación en los medios de comunicación.  «Están ocultando la miseria bajo la alfombra» denunciaba en una de sus intervenciones. 

Por el momento, las denuncias de la asociación no han surtido efecto. La llamada a los partidos políticos no ha tenido éxito y el reloj de arena deja caer el tiempo. A falta de menos de dos meses para el inicio de los Juegos, las personas sin techo no tienen una solución y las fuerzas de seguridad luchan contra las redes de trata de blancas. 

 Como último recurso, la organización ha presentado su manifiesto definitivo para denunciar la situación y ha convocado manifestaciones y reuniones abiertas durante  las próximas semanas. La primera de ellas el próximo seis de junio.