24 de agosto de 2025

Madrid, destino elegido por turistas y aficionados para la observación de 240 tipos de aves

Madrid, destino elegido por turistas y aficionados para la observación de 240 tipos de aves
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La Comunidad de Madrid destaca como destino para la observación de aves por contar con 240 especies de las 400 que hay en toda España. A ello contribuye que el 40% de la superficie regional tiene algún grado de protección medioambiental, con exponentes como el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, Hayedo de Montejo y las dos reservas de la biosfera (Sierra del Rincón y Cuenca Alta del Manzanares).

Gracias a la diversidad de sus ecosistemas y hábitats, la región madrileña conserva, a pocos minutos de la capital, una de las mejores poblaciones de águila imperial del mundo, a pesar de ser una de las especies más amenazadas del planeta, que comparte espacio en el bosque mediterráneo con cigüeña negra, águila calzada, milano negro y milano real o chotacabras, entre otras.

El buitre negro, otra de las rapaces favoritas de los aficionados a la ornitología, ha duplicado su población desde 2012, y en la actualidad están localizadas 250 parejas en el entorno de las ZEPAS (Zonas de Especial Protección de Aves) del Alto Lozoya y los ríos Alberche y Cofio.

Entre los matorrales y pastos de montaña habita el ruiseñor pechiazul, famoso por sus cantos de cortejo primaveral. Las sierras acogen gran número de especies. Algunas, como el roquero rojo, el bisbita alpino o el verderón serrano prefieren las zonas más altas cubiertas por pastos o roquedos, mientras otras como el autillo, la oropéndola, el piquituerto, el herrerillo capuchino o el mosquitero papialbo, prefieren los bosques que se extienden por las laderas.

Es en las estepas y llanuras donde se puede observar el espectáculo de la parada nupcial de las avutardas, mientras el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, el sisón o la ganga ibérica pueblan las zonas abiertas de la región.

En los parques locales del ámbito urbano se encuentra una variada y sorprendente fauna donde, además de pequeñas aves, se pueden localizar rapaces diurnas que son atraídas por la abundancia de presas como el azor, el gavilán o el cernícalo vulgar, y rapaces nocturnas como el mochuelo y el autillo.