10.457 es la cifra de personas que han muerto en su intento de llegar a las costas españolas, según un último informe de Caminando Fronteras. Las muertes suponen un dramático incremento del 58% respecto a las cifras alcanzadas durante 2023, que alcanzó los 6.618 muertos y que casi triplicaban los registrados en 2022. En cifras, las muertes se subdividen en 421 mujeres, 1.538 niños o adolescentes y el resto hombres adultos. La gran mayoría de las muertes llegaron por la conocida ruta Atlántica hacia las islas Canarias que se cobró hasta 9.757 víctimas, es decir, el 93% del total. Pese a ser la ruta más mortífera existen otras rutas marítimas que también se cobraron decenas de vidas. 517 muertes se produjeron en la ruta argelina, 110 en el Estrecho y 72 en la ruta de Alborán. Entre los países de los que más salidas de embarcaciones se produjeron destacan las salidas desde Mauritania hacia las islas Canarias, produciéndose 6.829 muertes.
La situación respecto al envío masivo de pateras desde costas africanas se agrava aún más si tenemos en cuenta un informe elaborado por ‘Monitoreo Derecho a la Vida 2024’, cerrado el 15 de diciembre y que detalla 293 tragedias ocurridas en las diferentes rutas migratorias además de asegurar que hasta 131 embarcaciones desaparecieron sin dejar rastro, lo que hace que las muertes en dichas rutas sean más altas de lo esperado. En algunos meses como mayo y febrero se superaron las mil muertes, llegando a producirse 1103 y 1093 muertes respectivamente, siendo abril, 1.284, el mes en el que más inmigrantes murieron.