Se acerca el final de año y es tiempo de hacer balance. En Medina del Campo, histórica ciudad de Valladolid, las estadísticas de delincuencia arrojan datos preocupantes y es que se ha colocado en segundo lugar, detrás de Morón de la Frontera (Sevilla), en aumento de la criminalidad. Concretamente, los delitos en esta población han subido un 48,5% frente al 53,6% de Morón.
El subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales (PSOE) aseguraba a la cadena SER en julio de este año que «Medina del Campo es un lugar seguro». Sin embargo, pocos días después, ante la evidencia y tras reunirse con el alcalde, reconocía el grave problema de inseguridad que vive la localidad y prometía aumentar la dotación policial. «Hay cierta parte de la población inmigrante que sale de fiesta, ingiere más alcohol del que debe y luego se originan este tipo de problemas», aseguró.
A finales de 2023, el Estado alojó a 250 inmigrantes en un lujoso balneario de la localidad. Desde entonces, se han contabilizado 704 delitos, 230 más que en 2023. El desglose resulta escalofriante. Los delitos contra la libertad sexual han aumentado un 175%, un 162,5% las lesiones y riñas multitudinarias, y los robos con violencia un 200%.
JUPOL, sindicato policial, asegura que existe un importante déficit de efectivos policiales en el municipio, habiendo actualmente 26,36 policías nacionales por cada 10.000 habitantes, siendo la media en España de 30 agentes por cada 10.000 habitantes. Teniendo en cuenta los datos, el sindicato asegura que Medina del Campo necesitaría estar por encima de esa media, pero el cumplimiento de la promesa del subdelegado del Gobierno se hace esperar.