Nuevo caso de violencia en las escuelas francesas. Los hechos sucedieron a la salida de la escuela, cuando Samara Radjoul de 13 años fue agredida por tres menores de entre 14 y 15 años. Según su madre, la agresión se produjo por el odio de sus compañeros de clase por «no seguir los códigos sociales del islam».
Otros motivos que habrían llevado a los agresores a actuar así fueron los hechos de no utilizar vestimenta musulmana y maquillarse, lo que ocasionó que en anteriores ocasiones la tildasen de «puta» o «impía». La menor fue internada en el hospital tras la paliza y los agresores fueron detenidos. Los tres podrían ser acusados de «intento de asesinato». Uno de ellos estaba fichado por la policía.
El director del instituto situado en Montpellier, Arthur Rimbaud, ya había avisado con anterioridad a la familia sobre el riesgo que corría la seguridad de la niña. Los temores fueron compartidos con el resto de profesores y guardias del instituto. La solución acordada entre la familia y el instituto era el de recoger a la menor a la salida del mismo para evitar cualquier conflicto. Por razones desconocidas, el día de la agresión hubo una descoordinación entre el centro y su familia y finalmente la menor salió sola del instituto. A la salida la esperaban los agresores, que consumaron las amenazas de agresión.
Hassiba Radjoul, madre de la víctima, musulmana practicante, ha resumido los sucesos diciendo que «Samara, mi hija, se maquilla muy poco. La chica que participó en el ataque propinando golpes violentos usa velo y vestimentas islámicas. Ella y sus amigos trataban a mi hija de impía, acusándola, en árabe, en el colegio y fuera del colegio, de no ser una musulmana auténtica. La trataban de puta dispuesta a venderse con los cristianos. Mi hija me contó sus problemas varias veces llorando. Advertí al colegio. Los profesores me dijeron que tendrían cuidado. Al final, he tenido que llevar a mi hija al hospital para que la curen físicamente y le den medicamentos para intentar contener la ansiedad y el miedo».
Los sucesos han hecho que la ministra de Educación, Nicole Belloubet, haya ordenado realizar una investigación judicial con el fin de tomar medidas urgentes en todas las escuelas e institutos de Francia. Las medidas se pretende que sean complementadas con las ya existentes, donde se han prohibido el velo y el resto de ropas islámicas.