,Los investigadores del Instituto de Arqueología de Mérida y del CSIC dieron a conocer el pasado jueves seis de junio una tablilla de pizarra que contiene un alfabeto paleohispánico. La escritura, que podría ser tartésica, una lengua aún sin descifrar, contiene veintiún signos que empiezan con la secuencia ABeKaTu de izquierda a derecha.
En los yacimientos de Espanca, Portugal, y de Villasviejas del Tamuja, Cáceres, fue donde se encontraron los primeros alfabetos con estos rasgos distintivos. La escritura paleohispánica deriva del fenicio y se divide en dos grandes familias: la nororiental y la meridional. A esta última es a la que pertenecen estos casos, que son las tres únicas piezas de estas características encontradas hasta la fecha.
Es a Joan Ferrer i Jané, licenciado en arqueología, a quien corresponde el mérito de apreciar los trazos en la pieza. El epigrafista vio por primera vez la tablilla en los medios de comunicación y reconoció que, a pesar de que todo el mundo hablaba del dibujo central, a él le «parecía ver signos entre las figuras» y pensó que «podía ser una secuencia conocida».
Esther Rodríguez González, codirectora del yacimiento, aseguró que fue una «sorpresa total» que se pusiera en contacto con ellos a lo largo del fin de semana para solicitar material fotográfico de mejor calidad para comprobar la conjetura.
La civilización tartésica se encuentra entre la realidad y el mito debido a las pocas evidencias encontradas hasta ahora en comparación con otros pueblos con los que convivieron en la península ibérica. El nombre de Tarteso aparece en primer lugar en escrituras griegas, que la consideraron como la primera civilización occidental.
Con el paso del tiempo hay quienes han llegado incluso a identificar esta cultura con la legendaria Atlántida. Aunque existen algunos aspectos en los que no hay consenso, sí podemos decir que fue un pueblo de raíz atlántica, resultado de la interacción entre la población autóctona y los fenicios. Se estima que habitaron la zona suroeste de la península entre los siglos XII a.c. y V a.c.
El yacimiento de Casas del Turuñuelo está situado en el término municipal de Guareña, en Badajoz. En el año 2014 tuvo lugar el primer sondeo cuyos objetivos principales eran conocer la magnitud arqueológica del hallazgo y el periodo temporal en el que podría situarse.
Los trabajos correspondientes a esta campaña de estudio, la sexta en diez años, se iniciaron el pasado mes de marzo. Durante estos tres meses los investigadores no han parado de desenterrar piezas de diversa índole que permiten estudiar de forma más precisa la realidad de Tarteso.
La última de estas piezas es la tablilla de pizarra. En un primer momento lo que atrajo la atención fueron las figuras talladas en ella. En la cara junto a la escritura están representados tres guerreros. Uno de ellos desnudo y los otros dos portando armaduras con todo tipo de detalles. Estos dibujos apuntan a ser bocetos del alfarero en cuyo taller se han realizado los hallazgos tanto de la tablilla como de diferentes cerámicas.
En la placa se puede apreciar a cuatro individuos que han sido identificados como guerreros, dada su vestimenta y las armas que portan.
Esther Rodríguez González, codirectora del equipo, explica en detalle este descubrimiento. pic.twitter.com/8bNBifIKHr
— CSIC (@CSIC) June 6, 2024
Las excavaciones del Turuñuelo forman parte del proyecto de la Agencia Estatal de Investigación Construyendo Tarteso. Entre sus objetivos se encuentran conocer las influencias arquitectónicas orientales y analizar el impacto social de las construcciones en la época. Mercedes Vaquera, Consejera de Educación, Ciencia y Formación Profesional de Extremadura, destacó el valor del trabajo que se está realizando en la región. «Nos sitúa en el mapa científico, cultural y arquitectónico de todo el mundo», aseguró.
Ver mas de la cultura tartésica siempre son buenas noticias.