En toda trama de corrupción, existen diferentes nombres propios y el Caso CELAD no es una excepción. Y es que las noticias sobre este caso no cesan. Las actualizaciones y las investigaciones judiciales son claves, sin embargo, los principales implicados son las estrellas de la trama. En este caso, tenemos desde altos ejecutivos hasta los deportistas que eludían la justicia. La retahíla de nombres propios nos lleva hasta las propias entrañas de la Moncloa, con la inoperancia de Miquel Iceta.
Los principales sospechosos han permanecido en el seno de la Agencia Antidopaje durante cinco años. Dos de ellos disfrutan del banquillo de los acusados, Muñoz Guerra y su ayudante Coral Muñoz.
Muñoz Guerra era el hombre que se encargaba de guardar bajo llave los positivos y eliminar las pruebas. Con este trabajo, recibía los halagos del presidente de la AEA, José Luís Terreros, quien cerraba las negociaciones económicas con la empresa PWC. Muñoz Guerra y su ayudante Coral Muñoz fueron llamados por la justicia acusados de falsificación de documentos oficiales.
Los peces gordos
Sin ninguna duda, los dos primeros acusados han sido las cabezas visibles de los trapicheos entre PWC y la AEA, ya que en la sombra se trabaja mejor. Terreros, quien manejaba las relaciones con PWC cerraba los acuerdos y –supuestamente- ordenaba clasificar los positivos. Unas pruebas que suman una larga lista de deportistas sancionados. El proceso y las relaciones de Terreros con la empresa PWC, apuntan a su presidente Gonzalo Sánchez. Sin embargo, la justicia no ha encontrado evidencias en las primeras investigaciones. Es la pregunta sin resolver por las autoridades ¿Quién era el hombre, dentro de PWC, que negociaba los controles fraudulentos?
Sin un papel directo
Victor Francos y Miquel Iceta no guardan un papel directo, pero su falta de acciones ha motivado el escándalo. El expresidente del CSD, abandonó su cargo pocos días antes de que los informes se hicieran públicos. Francos alegó que se marchaba por motivos personales. Por su parte, Iceta regentaba el Ministerio de Educación y nunca dispuso una investigación, pese a las advertencias de Agustín González, quien como secretario de la AEA descubrió interferencias en los fondos públicos de la Agencia.
Personajes secundarios
Desde la Operación Ilex, presentada por el Enclave en el mes de noviembre, la lista de deportistas sospechosos no se ha detenido. El último, este pasado fin de semana. Abderrahim Ougra quedó cuarto en el Gran Premio de Cáceres y cuando se le llamó para el control antidoping, el corredor se había esfumado.
La credibilidad de la AEA ha quedado descartada y la investigación busca resolver el entramado. Y es que la Torre de Pisa del dopaje pierde su estructura cachito a cachito, en busca del final de la Torre de Babel.