El ministro de Transportes Óscar Puente ha vuelto a ser puesto bajo el foco mediático por sus polémicas declaraciones. Desde aquella entrevista el pasado 2 de abril con Carlos Alsina, en la que afirmaba mandar a miembros de su equipo a recopilar todas las columnas en las que se insultaba a su persona, hasta sus enfrentamientos con la compañía francesa Ouigo, por supuesto «dumping de precios». El pasado 1 de mayo, Día de los Trabajadores, volvió a ser protagonista debido a un tuit en su red social (x), en la que saca pecho de la gestión del gobierno, con la cada vez mayor inversión del fondo de inversión presidido por Lawrence Flick sobre diferentes empresas españolas.
«Qué raro que uno de los 3 fondos de inversión más grandes del mundo se fije en un país gobernado por social comunistas bolivarianos, y se anime a invertir la friolera de 60.000 M€ en él». Declara Puente, mostrando una conducta bastante cercana a unas reivindicaciones previas del PSOE de Madrid, tras la entrada de la sociedad americana sobre un edificio ubicado en el número 50 de la madrileña calle de María de Molina. En aquel momento, la cuenta oficial del partido en dicha comunidad publicaba: «Para el PP de Madrid, España se rompe, es una dictadura y no hay seguridad jurídica. Deberían explicárselo al mayor fondo privado internacional de inversiones», junto a la noticia de El Periódico de España.
Estos movimientos, en entredicho la posición ideológica de su partido en general y la del ministro en particular; si bien, la etiqueta de Partido «Socialista Obrero» Español ya ha quedado en entredicho durante varias décadas, siempre se ha buscado (al menos de cara a sus votantes), mantener una posición socialdemócrata escorada en la izquierda dentro del panorama político español. Ello no ha evitado, que se sucedan distintos movimientos dentro del PSOE bastante similares a la política económica habitual del PP.
El nuevo «cambio de posición» dentro de la agrupación es bastante curioso, si no olvidamos que: el actual partido al frente del gobierno acusó a los populares de vender el patrimonio público en el año 2021. Como recogían por aquel entonces en su cuenta de X. De hecho, Pedro Sánchez dio a entender en junio de 2022 que su partido había tenido que enfrentarse a «poderes económicos» y «poderes mediáticos» con intereses muy distintos a los suyos.
España es uno de los 35 países dentro de los que figuran los movimientos de Blackrock. Desde su llegada en el año 1994, se ha hecho un hueco invirtiendo en empresas del IBEX, su peso ha aumentado hasta tal punto, que a día de hoy se trata de la gestora internacional con mayor peso dentro del país. «De esos 60.000 millones de euros, aproximadamente 33.000 millones están invertidos en empresas cotizadas españolas. alrededor de 26.000 son inversiones en renta fija: 12.000 millones están en deuda corporativa privada emitida por empresas españolas y otros 14.000 millones invertidos en deuda pública española. Y a esto hay que añadirle unos 1.000 millones de euros que tenemos en activos no cotizados», declaraba Luis Megías, dirigente actual de la multinacional norteamericana en España.