Cuando la oposición social logra parar un proyecto de alto riesgo ecológico
Urdaibai es una de las joyas naturales más importantes del País Vasco. Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1984, se sitúa en la comarca de Busturialdea, en Vizcaya. Abarca unas 22.000 hectáreas de gran diversidad ecológica, con acantilados, marismas, playas, bosques y el estuario del río Oka. Es la única Reserva de la Biosfera del País Vasco. Urdaibai es especialmente conocida por su estuario, uno de los más importantes del norte de España. En esta reserva conviven más de 300 especies de fauna, con unas 245 especies de aves, lo que la convierte en un paraíso para la ornitología. Algunos de los puntos más emblemáticos dentro de Urdaibai son San Juan de Gaztelugatxe , Playas de Laga y Laida, El Bosque de Oma, el Cabo Matxitxako. Y pueblos de gran encanto y belleza como Mundaka, Bermeo, Elantxobe o Gernika-Lumo.
El Guggenheim Bilbao impulsó durante años un plan para construir una ampliación del museo en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. La idea llevaba 17 años sobre la mesa.
El Guggenheim Urdaibai consistía en un plan de ampliación del Museo Guggenheim Bilbao hacia la comarca de Busturialdea-Urdaibai. El plan contemplaba, dos nuevas sedes del museo. Una en Gernika, en la antigua fábrica Dalia. Y Otra en Murueta, en los terrenos de los astilleros aún operativos. E incluía tambien la rehabilitación de antiguos astilleros Ambas sedes estarían unidas por una senda verde. Para completarlo sería necesario una inversión pública millonaria.
El objetivo era generar un impacto transformador en la comarca, similar al que tuvo el Guggenheim en Bilbao.
Sin embargo, desde el principio generó rechazo social, ambiental y técnico, especialmente por ubicarse en un espacio protegido por la UNESCO.
Además del amplio rechazo social, se enfrentaba a numerosas trabas administrativas y judiciales, especialmente relacionadas con la caducidad de concesiones industriales. Y la descontaminación de suelos. Además de la incompatibilidad con la normativa de la Reserva de la Biosfera. Tambien había acusaciones de posible “pelotazo urbanístico” en torno a los astilleros de Murueta.
El Patronato del Museo Guggenheim Bilbao —máxima autoridad del museo— anunció el pasado 17 de diciembre que el proyecto quedaba descartado de forma definitiva. Las razones oficiales citadas por el Patronato fueron “Inviabilidad” del proyecto tras años de análisis, acumulación de dificultades técnicas, legales y económicas. Y también se achaco a la falta de consenso institucional. Aunque las instituciones hablaron de inviabilidad técnica, todas las plataformas sociales, sindicatos y colectivos coinciden en que la movilización popular masiva y sostenida ha sido el principal motivador
Y es que la movilización social ha sido un factor decisivo para paralizar este proyecto.
Especialmente intensas fueron las acciones de las plataformas sociales Guggenheim Urdaibai Stop y Zain Dezagun Urdaibai. Las movilizaciones han sido continuas y sostenidas en el tiempo con Manifestaciones en Gernika, Bermeo y Bilbao, acciones de protesta en los astilleros de Murueta, campañas informativas en pueblos afectados y alegaciones ambientales y jurídicas. Y demandas ante la Audiencia Nacional.
Los motivos del rechazo social son numerosos y variados destacando el impacto ambiental en una Reserva de la Biosfera. Tambien preocupaba el riesgo de turistificación y encarecimiento de la vivienda. Destacando la falta de transparencia institucional. Y se ha enfatizado el uso de dinero público en un proyecto considerado innecesario, que contrasta con la falta de servicios públicos adecuados en la comarca.
La actuación política de los principales partidos vascos ha estado sucedida de apoyo inicial, contradicciones y tensiones internas. Con un largo camino desde el impulso inicial hasta la paralización final ha habido cambios de postura, tensiones internas y un giro institucional hacia el no motivado por las dificultades legales y la presión social.
El PNV fue el principal impulsor del proyecto durante años. El Guggenheim Urdaibai era la “bandera del PNV y sobre todo de Etxanobe y Pradales”. Por lo que impulsaron el proyecto durante más de una década. Defendiendo el proyecto de ampliación públicamente incluso ante críticas. Tras dos años de movilización ciudadana y dificultades técnicas, empezaron a reconocer problemas de viabilidad. Finalmente, las instituciones representadas en el Patronato (Gobierno Vasco y Diputación de Bizkaia) votaron a favor de paralizarlo.
La Diputación de Vizcaya, especialmente bajo el mandato de Unai Rementeria y después Elixabete Etxanobe, fue la institución más comprometida con el proyecto. Y tuvo un importante papel promotor. La diputación lidero la reactivación del proyecto en Murueta y Gernika. Y tambien defendieron su impacto económico. La diputación, personado en Unai Rementeria participo en el Patronato, que finalmente descartó el proyecto. Es destacable que el descarte del proyecto coincidió con el nombramiento de Rementeria como presidente de la Fundación BBK, aliada del museo.
El Gobierno Vasco, a través de su Consejería de Cultura, también formaba parte del Patronato. Y respaldo el proyecto durante años.
En el Parlamento Vasco, la decisión de rechazar el proyecto generó debate. Así EH Bildu defendió que la escucha ciudadana había sido clave y criticó la falta de transparencia inicial. Otros grupos políticos cuestionaron el gasto público y la gestión del proyecto. No obstante Vizcaya confía en retener los 40 millones del Estado para Urdaibai pese a descartar el nuevo Guggenheim
Aunque el proyecto ha sido paralizado y las principales plataformas ciudadanas, la sensación es agridulce. Ya que, aunque esta paralización se considera una victoria de la movilización popular contra las instituciones vascas. Pero tambien se recuerda que los argumentos dados para el no definitivo son los mismos que se plantearon desde el principio y que por tanto “ Se ha perdido mucho tiempo y se ha tirado millones de dinero publico a la basura en un proyecto que se sabia fallido desde el principio”
Se estima que el coste del proyecto hasta que ha sido abandonado podría estar en torno a los 27 millones de dinero público y ha incluido coste de estudios, proyecciones y procesos de escucha.
Las plataformas Guggenheim Urdaibai Stop y Zain Dazagun Urdaibai, indican que “Alguien tendrá que responder por ello”