El «hotel okupa» de San Blas vuelve a ser escenario de violencia. El pasado miércoles, la Policía Nacional intervino para detener una nueva reyerta multitudinaria entre sus ocupantes. Los agentes arrestaron a once personas, diez de nacionalidad colombiana y un venezolano, todos ellos de entre 23 y 30 años y con antecedentes penales.
Durante la pelea, dos personas resultaron heridas. La rápida actuación de las fuerzas de seguridad evitó un balance mayor de lesionados. En el lugar se confiscaron diversas armas blancas y un martillo, empleados durante la agresión.
Este espacio, conocido por su historial de violencia y conflictos, se ha convertido en un punto recurrente de incidentes en el distrito. A pesar de su peligrosidad, ninguna autoridad, ni el Ayuntamiento ni la Comunidad de Madrid, ha propuesto hasta ahora una solución concreta para frenar este foco de inseguridad.
El «hotel okupa» de San Blas sigue acumulando un preocupante historial de sucesos violentos, incluyendo enfrentamientos que ya han dejado numerosas víctimas, tanto heridos como fallecidos.